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La consejera Noemí Santana y la diputada de Podemos María del Río en foto de archivo. Juan carlos alonso
El reglamento no sabe de imprevistos

El reglamento no sabe de imprevistos

El «restrictivo» reglamento del Parlamento impidió la celebración de una comisión a pesar de que estaban presentes los diputados y los intervinientes

B. HERNÁNDEZ

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 16 de febrero 2021, 00:00

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Que la pandemia y la tecnología han cambiado nuestro modo de proceder en el ámbito laboral, es una obviedad. Que los diputados desconocen el reglamento de la Cámara de Canarias, parece que también. «Confusión» o «malentendido» y, sobre todo, «falta de flexibilidad» son las causas que los parlamentarios alegan para justificar la suspensión de una comisión de Discapacidad el pasado viernes en el Parlamento por la inasistencia de la mesa. El letrado de la institución comunicó la imposibilidad de celebrar la sesión por que al menos dos miembros titulares de la mesa deben comparecer de modo presencial. No es la primera vez que una comisión se anula, pero siempre -refieren diputados y asesores haciendo uso de su memoria- fue por causa mayor, fundamentalmente por mal tiempo y la suspensión de vuelos y barcos.

El caso es que la presidenta de la comisión, María del Río (Podemos) seguía la reunión de manera telemática desde Lanzarote -como hace desde mediados de enero por el endurecimiento de las restricciones sanitarias-, mientras que el vicepresidente, Pablo Rodríguez (CC) delegó en su compañera, Socorro Beato, y la secretaria, Ventura Rodríguez (PSOE), fue sustituida por Patricia Hernández. Sin embargo, el reglamento de la Cámara obliga a que haya al menos dos miembros de la mesa presentes, una circunstancia que desconocían los tres.

Pablo Rodríguez dio por hecho «que la presencia telemática de la presidenta era suficiente» y su compañera del PSOE «estaba convencida» que el diputado de Coalición Canaria acudiría. María del Río «no sabía que tenían que estar dos personas presentes». Unos por otros, lo cierto es que se suspendió una comisión compuesta por 16 personas -la mayoría estaba presente- debido a «la rigidez» del protocolo, dice María del Río. Quienes sí asistieron y no pudieron intervenir fueron la consejera de Derechos Sociales, Noemí Santana, y el director general de Deportes, Manuel López.

La mesa de la comisión de Dependencia desconocía que la menos dos de sus miembros debían asistir de manera presencial

El diputado del PP Carlos Ester carga las tintas sobre la presidencia de la comisión, porque le corresponde «coordinar y no lo hizo». Puntualiza que su responsabilidad es saber qué parlamentarios comparecen de manera telemática «y asegurar que dos miembros de la mesa estén presentes». Ester afirma que «así lo pone el reglamento y es obligación de todo el mundo saberlo».

Pablo Rodríguez, en cambio, achaca a «falta de lógica» que si la titular de la comisión «puede votar y puede intervenir por videoconferencia, no pueda dirigir la sesión» aunque reconoce que «quizá» hubiera sido preciso algo más de coordinación. «No es la primera vez que falla alguien», dice, «pero en esta ocasión se dieron todas las circunstancias». En términos similares se expresa María del Río, quien manifestó su «sorpresa y enfado» tras la suspensión de la comisión. Explica al respecto que «estaban todos los miembros de la comisión en hora, estaban los intervinientes... Se podría haber celebrado pero se fue demasiado rígido» e indica que «no entiende» porqué no puede presidir una comisión por videoconferencia y sí puede participar en todas las sesiones.

También la diputada socialista, que desde días antes ya había comunicado a su grupo parlamentario que no estaría presente por un problema familiar, manifiesta su disgusto porque «soy de las más aplicadas, no falto nunca» y apunta que «el letrado nunca nos ha dicho que no fuera posible celebrar una comisión en estas circunstancias». Del Río insiste en que en circunstancias excepcionales como las actuales, «no es razonable mantener esta interpretación restrictiva del reglamento». Todos ellos apelan a una adaptación de las normas para hacerlas más permisivas.

Las dietas que reciben de los diputados por asistir a una comisión es de 113 euros para quienes procedan de una isla periférica, 83 euros en el caso de los grancanarios y 60 euros para los parlamentarios de Tenerife. Si una persona interviene telemáticamente, cobra como un diputado tinerfeño, es decir, 60 euros. En total, en torno a 1.500 euros solo en este concepto, además del gasto en los billetes de avión. Los parlamentarios desconocían ayer si, una vez anulada la sesión, se suspenden estas retribuciones puesto que se había producido el desplazamiento. Ester indicó que, aunque la mesa de la Cámara decida mantener esta dieta, a título personal va a rechazarla.

Durante la jornada de ayer, el Parlamento de Canarias no tuvo ocasión de aclarar ninguna cuestión al respecto.

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