Polémica por el uso del Aula de la Naturaleza de Máguez

La escasez de espacios en Lanzarote para dar acomodo a los inmigrantes llegados en patera ha obligado al Cabildo a utilizar el Aula de la Naturaleza de Máguez (Haría) como centro de acogida, como complemento a la nave de Argana, en Arrecife. Algunos vecinos de la zona se oponen, llegando incluso a tildar de «leprosería» el lugar, en alusión a que hay contagiados con covid-19. Y a ellos se ha adherido la Plataforma del Municipio de Haría (PMH), única fuerza en la oposición en el Ayuntamiento, encabezada por José Torres Stinga, exalcalde norteño, reclamando que el Cabildo busque alternativas.

Lejos de atender a los contrarios al empleo actual del Aula de la Naturaleza, la primera Corporación ha decidido mantener sus planes, contando para ello con el respaldo de los siete ayuntamientos de la isla, considerando lo acordado en la mesa insular del martes. En este encuentro, además, se brindó respaldo directo al alcalde de Haría, Alfredo Villalba, a quien se agradeció que haya apostado «por serenar el debate». En este contexto sirva señalar que el regidor ha decidido evitar el pleno extraordinario sobre la cuestión solicitado por la PMH.

Para justificar el caso omiso a los que en Haría promueven la salida de los inmigrantes, Villalba apreció ayer que «las actitudes xenófobas y racistas de un reducido grupo de exaltados no lograrán contaminar la convivencia en el municipio».

Además, la presidenta del Cabildo, María Dolores Corujo, valoró ayer de manera «muy positiva» la respuesta unánime de la máxima representación institucional de las entidades insulares, matizando que «en momentos como los que vivimos es indispensable dejar de lado el debate político mezquino y actuar con la responsabilidad que esta situación requiere».

Y acotó Corujo que las personas acogidas «no representan ningún riesgo para la salud de la población», considerando asimismo que «quienes llegan a nuestras costas jugándose la vida en una patera son, precisamente, las personas más controladas desde el punto de vista de la salud pública, puesto que son confinados con estrictas medidas de control; es una auténtica irresponsabilidad jugar con el temor de la gente, mintiendo descaradamente, tratando de sembrar el odio».

En el Aula de la Naturaleza conviven viajeros de las pateras llegadas al norte de Lanzarote el 8 y el 11 de julio pasados.