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Invocan al espíritu de la Constitución

Invocan al espíritu de la Constitución

Los presidentes del Gobierno autonómico, Parlamento y de las Cortes Generales celebran el 40º aniversario de la Carta Magna subrayando la necesidad de recuperar el diálogo y la concordia

Jueves, 1 de enero 1970

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Términos como «consenso», «diálogo» «negociación, «convivencia» y «concordia», entre otros, rebotaron ayer una y otra vez en el Salón de Plenos del Parlamento, que abrió su puerta principal para celebrar el cuadragésimo aniversario de la Constitución.

El presidente del Gobierno autonómico, Fernando Clavijo, fue el primero en dibujar el contexto político en el que se conmemoran los 40 años de la Carta Magna. «En el ambiente político que se respira actualmente en España, presidido por el enfrentamiento, la crispación, la erosión institucional y el descrédito del diálogo político y de la política misma, repensar la Constitución de 1978, recuperar sus valores y su impacto en la sociedad española no es solo un ejercicio recomendable, sino necesario», afirmó.

Indicó que «apelar al «diálogo o al consenso en el marco democrático no procede de ningún temor a la discrepancia», dado que «el diálogo democrático es el espacio donde todas las diferencias cobran auténtico valor político». No obstante, puntualizó que «la suma y yuxtaposición de desacuerdos no puede articular un proyecto democrático común de derechos y libertades».

El presidente del Senado, Pío García Escudero, le secundó cuando invitó a los diputados autonómicos y nacionales, senadores, expresidentes de Gobierno y autoridades militares a «valorar todo lo que hemos conseguido y a reflexionar también sobre el enorme precio que podríamos pagar si lo ponemos en riesgo». En este sentido, señaló que «hemos tenido que plantar cara, y seguimos haciéndolo, a distintos enemigos de nuestra democracia, a su intransigencia e incluso a su violencia».

No hizo falta que Escudero mencionara el destinatario de su mensaje porque la evocación al conflicto territorial fue más que evidente.

La presidenta del Parlamento de Canarias, Carolina Darias, observó que «la realidad de nuestro país ha cambiado» desde que se emprendió el «esfuerzo colectivo de aquella época de la transición, de la renuncia individual para el consenso colectivo».

Darias animó a las «generaciones nacidas en la España constitucional» a tomar la Carta Magna como una «referencia normativa de nuestra convivencia, de nuestro marco jurídico territorial, del espacio de consolidación de nuevos derechos alcanzados por la ciudadanía y también en el que nuestra comunidad autónoma tenga el reconocimiento de sus singularidades», añadió.

La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, aprovechó su paso por Canarias para poner de relieve la contribución de esta comunidad autónoma en el desarrollo constitucional. De este modo, rememoró la participación en 1977 de los diputados canarios en las Cortes Constituyentes -entre ellos José Miguel Bravo de Laguna que asistió al acto-, aludió al nacimiento de la Junta de Canarias, en 1978 para pasar un año después a las elecciones de ayuntamientos y cabildos y, finalmente, al Parlamento.

Todo ello llevó a Ana Pastor a destacar que «Canarias ha sabido desarrollar en el seno de la España democrática los instrumentos constitucionales adecuados a la expresión de su personalidad colectiva, y ha contribuido, junto con las demás autonomías, a esa empresa común de construir una España mejor para el progreso».

No obstante, quien profundizó en el Estado autonómico fue el presidente del Senado en una celebración que, en su opinión, tiene un «significado especial».

El máximo responsable de la Cámara Alta ahondó en que «la indisoluble unidad de España se fortalece mediante el reconocimiento a la autonomía política de los territorios que la integran». De ahí que aprovechara la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias para ponerlo de «ejemplo de como es perfectamente posible profundizar en el autogobierno sin menoscabo de sus vínculos de solidaridad y lealtad con el resto de España».

Además, Escudero ensalzó la reforma emprendida mediante «la forma política más inteligente, es decir, sobre la base de un amplio acuerdo entre las fuerzas parlamentarias». Y agregó: «haciéndolo así, ha actuado no solo según la letra, sino también según el espíritu de la Constitución, esto es, con diálogo y consenso».

Afirmó que «los mayores problemas han empezado cuando se ha dado alas a la estrategia del conflicto institucional y abierto desafío al Estado de Derecho puesto en marcha por los partidos independentistas».

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