Mutismo del Gobierno sobre las prospecciones autorizadas por Rabat en aguas al sur de Canarias

El Gobierno español evita a toda costa incomodar a Marruecos para no agriar las relaciones bilaterales recuperadas hace un año y mantiene un mutismo total sobre la cascada de autorizaciones concedidas por Marruecos a empresas multinacionales para realizar prospecciones de petróleo y gas al sur de Canarias, en aguas del Sáhara Occidental sobre las que no tiene reconocida la soberanía.

Recientemente el Gobierno de Rabat ha concedido una nueva licencia a la empresa israelí NewMed Energy para la exploración y producción de gas natural en alta mar frente a la ciudad saharaui de Boujdour por un periodo de ocho años, que incluyen dos años de prospecciones y otros seis para realizar las perforaciones del fondo marino y extracción de los recursos.

La nueva autorización, en la que también participa la empresa Adarco Energy , que comparte a partes iguales el 75% de la licencia con NewMed -el Gobierno marroquí se reserva el 25 restante-, se suma a las ya concedidas por Rabat en 2021 a otra empresa israelí, Ratio Petroleum Partnership, para la exploración de potenciales bolsas de petróleo y gas en el bloque oceánico denominado Dajla Atlantique, un área de 109.000 kilómetros cuadrados que abarca aguas del Sáhara Occidental y del sur de Canarias.

Tanto entonces como ahora el Gobierno estatal ha guardado silencio sobre las posibles implicaciones de las prospecciones, ubicadas en un área que no está claro si se solapa o no con la zona de ampliación de la plataforma continental que España ha solicitado a la ONU al sur de Canarias.

En 2020 Marruecos aprobó dos leyes en las que de forma unilateral amplió sus espacios marítimos hasta aguas cercanas al archipiélago, a las que el Gobierno español resta peso porque el proceso de delimitación sigue abierto y debe resolverse «de mutuo acuerdo».

Las numerosas preguntas escritas que los grupos parlamentarios han planteado en el Congreso y en el Senado al respecto se han encontrado con la misma respuesta, un único párrafo que se limita a remitir a la intervención del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en sede parlamentaria, en las que garantizó que el Gobierno español «actuará en consecuencia» si alguna de las prospecciones de hidrocarburos autorizadas por Marruecos invadiera las aguas jurisdiccionales españolas en el archipiélago canario, pero no aportó ninguna información sobre la interlocución con Rabat en relación a este asunto, pese a la petición expresa de varias formaciones políticas.

Las prospecciones que Rabat ha autorizado al sur del archipiélago tampoco formaron parte de la agenda oficial de la Reunión de Alto Nivel (RAN) que España y Marruecos celebraron en Rabat a principios de febrero, la primera desde 2015 y en la que no hubo representación del Gobierno canario.

Esta previsto que el ministro Albares comparezca el lunes en el Senado para dar cuenta de los acuerdos alcanzados en la cumbre bilateral, como ya hiciera el pasado martes en el Congreso, donde hizo una cerrada defensa de la nueva relación con Marruecos frente a las críticas casi unánimes de los grupos por el giro del Gobierno español en el conflicto del Sáhara, que fue el punto de inflexión para la recuperación de las relaciones diplomáticas.

En la RAN de principios de febrero no se abordó tampoco de manera directa la delimitación de los espacios marítimos de la fachada atlántica entre Canarias y la costa marroquí, que ya es objeto de un grupo de trabajo bilateral específico sobre cuyo calendario y avances tampoco ha trascendido demasiada información.

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