Caso Koldo: en vilo por Canarias, Baleares y La Moncloa
A la espera de la UCO. Page abona la tesis de que «queda muchísimo por saberse» y las miradas vuelven a Torres, Olivera y la Sanidad canaria
En las direcciones del Partido Socialista en Canarias y Baleares, así como a nivel federal, hay una creciente preocupación por lo que pueda llegar al Tribunal Supremo en los próximos días o semanas de la mano de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que recibió el encargo del juez del caso Koldo de investigar los contactos del empresario Víctor de Aldama con esos dos gobiernos regionales, así como con estructuras de poder en el Ejecutivo central.
En esa tesitura, y tras el demoledor informe de la UCO que le ha costado el cargo orgánico y el acta de diputado a Santos Cerdán, las miradas se centran en lo que pudieron hablar o escribirse Aldama y personas de su entorno, así como Koldo García y José Luis Ábalos, con el hoy ministro Ángel Víctor Torres, que presidió el Gobierno canario entre 2019 y 2023, y con Francina Armengol, que presidió el Ejecutivo balear y ahora está al frente del Congreso.
Torres siempre ha reiterado que no negoció contrato alguno con Aldama, tanto en lo relativo a compras sanitarias durante la pandemia o en el negocio de hidrocarburos que llevó al entramado del comisionista a crear una sociedad en las islas. Por su parte, Víctor de Aldama reitera que estuvo en al menos una reunión con Torres, mientras que el ministro dice no recordar ese encuentro.
Cabe recordar que el ministro pudo desmentir, aportando documentación para ello, la acusación de Aldama de que el político grancanario había estado en un piso de Madrid cuyo alquiler costeaba el comisionista y en el que había «señoritas».
En esa zozobra en la que viven los socialistas hay otro factor que a muchos les quita el sueño: las grabaciones que durante años hizo Koldo García. El que fuera asesor del ministro Ábalos tenía acceso directo al entorno más próximo de Torres e incluso al ministro. Si Koldo García llamaba, se le ponían al instante, entre otros, el que fuera viceconsejero de Presidencia con Torres y su jefe de gabinete ministerial hasta hace pocos meses, Antonio Olivera.
Cabe recordar que Olivera tuvo un papel relevante en materia sanitaria en 2020, al asumir transitoriamente la dirección del Servicio Canario de la Salud, tras el relevo de la entonces consejera Teresa Cruz y su equipo.
Olivera fue, asimismo, miembro del comité de gestión contra la crisis pandémica, un órgano de cuyas reuniones no se levantaron actas y en el que no se ha aclarado qué papel tenía cada integrante.
En ese comité estuvo también Conrado Domínguez, que fue incorporado al mismo en marzo de 2020 pese a que entonces era secretario general técnico de la Consejería de Obras Públicas -con Sebastián Franquis al frente-. ¿Hubo algún contacto directo entre Koldo García o Víctor de Aldama con Domínguez por contratos sanitarios o de otra índole? A ciencia cierta, solo lo saben ellos tres y ninguno lo ha desvelado. Está por ver si, al margen de posibles mensajes cruzados, el que fuera asesor ministerial pudo haber grabado sus conversaciones con miembros del Ejecutivo canario. De hecho, el único nexo acreditado es que Domínguez tuvo de forma temporal al frente de su defensa jurídica -sigue investigado por la Fiscalía Europea por el caso Mascarillas- al penalista José Antonio Choclán, el mismo que representa a Víctor de Aldama y que pactó su salida de la cárcel por el caso del presunto fraude en los hidrocarburos a cambio de colaborar con la justicia en esa investigación y en el caso Koldo.
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El lunes, en el Parlamento
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática comparecerá el próximo lunes en la comisión de investigación sobre los contratos sanitarios abierta en el Parlamento canario. Ese grupo de trabajo conformado por diputados de todos los grupos llega al fin de sus trabajos y se prevé un interrogatorio a Torres en el que vuelvan a salir los nombres de Koldo, el propio Ábalos y seguramente Conrado Domínguez.
La preocupación en las filas socialistas se ha acrecentado tras el giro de Francina Armengol. La presidenta del Congreso pasó de sostener rotundamente en el Senado, donde declaró en comisión, que no conocía a Víctor de Aldama, a usar un portavoz para admitir que sí había estado con él en un encuentro donde se abordó el futuro de Air Europa.
Aldama, en todo caso, dispara más allá de Canarias y Baleares y apunta incluso a La Moncloa. El empresario asegura que se irán conociendo detalles, grabaciones y documentos que desmontarán que sus acusaciones son «una inventada», como dijo en su día el presidente Pedro Sánchez.
En medio de ese pánico en el PSOE, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, opinó este miércoles que Pedro Sánchez, está en un «búnker» que es una «tumba» y del que «no hay salida digna» y auguró que «queda muchísimo por saberse».
En una entrevista concedida a la Cadena Cope, el líder socialista castellanomanchego se pronunció por primera vez sobre el informe de la UCO que apunta al cobro de presuntas mordidas de los ex secretarios de organización del PSOE. «Creo sinceramente que no hay salida. Lo dramático, lo que genera impotencia es que no hay salida digna», lamentó.