Torres tira de experiencia en el PSC

Estos nombres, que tienen las mayores posibilidades de salir adelante, cuentan además con el visto bueno del resto de los partidos que integran el pacto de Gobierno, justo lo contrario a lo que sucede en las organizaciones socialistas de Tenerife y Lanzarote.

La primera ve reducida drásticamente su cuota de representación en el Gobierno. Tanto las exconsejera de Sanidad, Teresa Cruz, como la de Educación, Maria José Guerra, fueron propuestas por la dirección insular del PSC, aun no siendo militante la segunda. Ya con la destitución de Cruz, el secretario general del PSC de Tenerife, Pedro Martín, llegó a manifestar su discrepancia en relación a la decisión que tomó Torres, algo que se agravó con la salida posterior de Maria José Guerra.

Por ello, también se ha llegado a apuntar la posibilidad de que el consejero de Transición Ecológica, que se ha hecho cargo también de Educación, se quedara con esta última cartera. De esta manera, el presidente podría compensar a sus compañeros de Tenerife.

No obstante, fuentes relacionadas con el cuatripartito dan por descartada esta última opción, con lo que los socialistas tinerfeños se quedarían con dos representantes, el propio Valbuena y el consejero de Administraciones Públicas, Julio Pérez.

En cuanto al partido en Lanzarote, la elección de Manuela Armas por parte del presidente del Gobierno suscita el pleno rechazo de la máxima responsable de los socialistas conejeros. Se le atribuye a Maria Dolores Corujo la responsabilidad de que su compañera de filas no entrara al Ejecutivo cuando éste se constituyó, en julio de 2019.

El complejo juego de equilibrios y cuotas territoriales que impone el PSC ha originado que numerosos nombres hayan circulado en el entorno de la Presidencia de Gobierno.

Los primeros en saltar fueron la senadora por Tenerife, Olivia Delgado, y la alcaldesa de San Juan de la Rambla, Fidela Velázquez.

Ambas forman parte de la organización insular de Tenerife, la primera aupada por la alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife, Patricia Hernández. Pero al presidente Ángel Víctor Torres no le terminó de convencer que Olivia Delgado hubiera que compensarla tras la pérdida de la Alcaldía en Arico a consecuencia de una moción de censura.

Tampoco, la condición de docente que tiene Veláquez. Los conflictos que jalonan su pasado político alejan sus posibilidades de dirigir cualquiera de las dos consejerías desde las que se exigirá una gran cintura política.

En esa búsqueda de consejeros también surgió la posibilidad de que Sebastián Franquis pasara a dirigir Sanidad, lo cual implicaba el nombramiento de Conrado Domínguez como director del Servicio Canario de Salud. Sin embargo, aquejado de un infarto del que ha salido repuesto, Franquis ha zanjado cualquier cambio. Por otra parte, Torres no contaría con el apoyo de una parte amplia del partido respecto de Domínguez.