La exconsejera de Turismo ya dirige la delegación de Madrid

En su nuevo cargo, que tiene un perfil marcadamente técnico -alejado de la responsabilidad política de la quería apartarse por el «desgaste personal» que le supuso su paso por la consejería-, Lorenzo tiene como principal tarea coordinar la asistencia y preparación de las reuniones de los miembros del Gobierno canario con representantes de las instituciones estatales, ya sean bilaterales o encuentros sectoriales, así como el seguimiento y filtrado de la normativa estatal para valorar sus efectos en Canarias.

Pese a que su incorporación a la oficina de Madrid estaba decidida antes del verano, su nombramiento oficial como responsable de la delegación institucional del Gobierno canario tardó todavía un mes en hacerse efectiva, plazo en el que Lorenzo reclamó la indemnización por cese de alto cargo a la que tenía derecho, equivalente a una mensualidad de su salario y la parte proporcional de vacaciones y paga extraordinaria. De haberse incorporado a su nuevo cargo antes de que transcurriese un mes de su cese, la exconsejera hubiera perdido el derecho a esa retribución.

La Oficina de Relaciones Institucionales del Gobierno de Canarias en Madrid, cuya utilidad respecto al gasto que supone para las arcas públicas ha sido sistemáticamente puesta en cuestión por la oposición desde que entró en funcionamiento en el año 1994, está ubicada en la calle Fernanflor, en la trasera del Congreso de los diputados. Para el ejercicio de 2017 cuenta con un presupuesto de 225.782 euros de gasto corriente, donde se incluyen los 113.000 euros anuales de alquiler del inmueble -algo más de 10.000 euros mensuales-, además de otra partida de 200.000 euros destinada a abonar los salarios de los siete empleados públicos que trabajan en la delegación del Gobierno de Canarias en Madrid.