El fiscal: «A Rayco no le hizo falta engañar para conseguir el contrato. Le bastó ser amigo»
caso mascarillas ·
El fiscal Javier Ródenas dedica la primera parte de su escrito a analizar cómo una empresa dedicada al negocio de los automóviles pudo acabar firmando un contrato con el Servicio Canario de Salud para el suministro de mascarillas sanitarias.Según el relato de la Fiscalía Anticorrupción, lo que primó fue la relación de amistad entre el dueño de RR7, por un lado, y Samuel Machín y Osvaldo Lastras, por otro, en un triángulo que se completa con Conrado Domínguez, director general del SCS y amigo de Osvaldo Lastras.
El fiscal lo resume así: «A Rayco no le hizo falta engañar para conseguir el contrato. Le bastó ser amigo. Ser amigo del amigo, contacto estrecho de Conrado Jesús. A Rayco no le hizo falta -si quiera- anunciar los términos de su prestación obligacional con la administración pública contratante porque nunca le exigieron nada, le bastó estar recomendado por su amigo (Samuel), cuyo íntimo amigo Osvaldo era, a su vez, el amigo de quien decidía (Conrado)».
El fiscal califica como «arbitrario» ese escenario en el que la entonces directora general de Recursos Económica, Ana María Pérez, procedió a la formalización del pedido a RR7. Señala Anticorrupción que Ana María Pérez era «totalmente ajena» a esa «negociación previa» entre amigos. Esa «negociación», agrega Anticorrupción, se había mantenido vía mensajes de WhatsApp.
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