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Sanitary Traders SL no envió «una factura falsa» y trajo «material de una calidad superior». Ante las informaciones que atribuyen una presunta irregularidad en la contratación con el Servicio Canario de Salud (SCS) en pleno estallido de la pandemia para el suministro de material sanitario, la empresa ha aportado documentación de cómo fue todo ese proceso de compra de la mercancía y su entrega al citado ente sanitario.
Este martes se ha publicado en CANARIAS7 y en otros medios de comunicación que el Servicio Canario de Salud dio por buena una oferta con fecha de 20 de abril de 2020 para el envío de mascarillas y batas, cuando la empresa se constituyó formalmente un día después.
Puestos en contacto con Diego Cruz de Mercadal, socio de Sanitary Traders, éste subraya que la empresa de la que es socio ya estaba creada pero que en aquel momento de la pandemia y el confinamiento era complejo conseguir incluso el acta en el Registro Mercantil, lo que explica esa diferencia de fechas. Subraya que contactó con el Servicio Canario de Salud y envió una propuesta, «no una factura», que fue aceptada.
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Lo hizo «con ánimo de colaborar» en la lucha contra los estragos de la covid-19 y utilizando para ello su experiencia de más de 30 años en el sector textil, con amplios contactos en el mercado asiático y en especial en China, que fue el gran suministrador de mascarillas y batas para los centros sanitarios.
«Cuando nadie conseguía las mascarillas y batas y tampoco había sitio de carga en transporte marítimo y aéreo, yo sí lo conseguí por los contactos que tenía«, prosiguió.
«Ofrecí un material de superior calidad, lo traje por avión, lo que encareció los costes y no recibí dinero por adelantado«, subraya el empresario en conversación con CANARIAS7.
La mercancía voló de China a Estambul, de ahí a Barcelona y finalmente a Canarias, lo que disparó aún más los costes y redujo el margen de beneficio. No se usó, por tanto, el avión de carga fletado por el Gobierno de Canarias en 2020 y que llegó en vuelo directo desde China con material sanitario.
En Barcelona hubo un problema con una mínima parte de la carga: las cajas que traían unas decenas de batas se mojaron porque no se paletizó la carga, quedaron expuestas al descubierto y se mojaron parcialmente con la lluvia. «Se corrigió la factura por eso», explica Diego Cruz Mercadal, que agrega que además de descontar esas batas, su empresa regaló un centenar al Servicio Canario de Salud.
«Yo no actué por ganarme un euro de más, sino por ayudar», agrega el socio de Sanitary Traders.
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