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A pesar del compromiso y las palabras tranquilizadoras de Marruecos, España permanecerá «vigilante» para asegurarse de que se respeta «la letra y el espíritu» de la normativa internacional. Así se lo transmitió ayer la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, al presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, a su vuelta del país vecino, donde el viernes se reunió con su homólogo, Naser Burita, para abordar la polémica por la delimitación unilateral de las fronteras marítimas aprobadas esta semana por el Parlamento marroquí y que se solapan con las aguas canarias.
González Laya quiso explicar este asunto directamente a Torres ayer por la mañana antes de regresar a Madrid «para que no quede ninguna duda de cómo el Gobierno de España va a gestionar este asunto». Aseguró además que en las materias en las que Canarias tiene un interés fundamental, Madrid «le va a prestar atención y van a trabajar de forma conjunta». A la reunión también asistieron el vicepresidente y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, y el consejero de Administraciones Públicas, Julio Pérez.
Al respecto, tanto la ministra como el presidente canario insistieron en que la decisión adoptada esta semana por la Cámara marroquí es «simplemente el inicio» de un proceso legislativo que aún debe pasar por el Senado, volver al Congreso, posteriormente contar con la firma del rey Mohamed VI y finalmente ser validado como decreto.
En esta primera fase, dijo la jefa de la Diplomacia española, «lo único que se dice es que Marruecos quiere delimitar su zona marítima», un derecho -dijo- que tienen todos los países y que España también ha ejercido con sus vecinos para fijar su propia zona marítima.
A partir de este punto, Marruecos tiene «el deber» de consensuar esa delimitación con los países con los que tiene frontera. En este sentido, lo discutido y acordado con Marruecos es «seguir la legislación internacional» que señala que cuando una zona se solapa con otra de un país limítrofe «se llega a un acuerdo entre las dos partes sobre cómo se hace la delimitación». Sin embargo, la ministra apostilló que «aún no estamos ahí», porque de momento, no hay un trazado por parte de Rabat de su zona marítima.
Además, González Laya se remitió a las palabras de Burita en las que indicó que «nunca habrá unilateralidad ni hechos consumados» y por tanto, reiteró su mensaje de «tranquilidad y calma» al Gobierno de Canarias.
Por su parte, el presidente autonómico, Ángel Víctor Torres, calificó de «esclarecedora y tranquilizadora» la reunión de la ministra con Naser Burita y agradeció que le diera los detalles de la misma personalmente, destacando, tal como lo hizo González Laya, que aún «no hay ni mapa, ni trazado, ni límites claros» en la propuesta de Marruecos.
Además, hizo hincapié en que, en el caso de que se toque un sólo milímetro de las aguas españolas, cuenta con el compromiso del Gobierno de España de que elevará automáticamente no solo su protesta, sino su negación, a las Naciones Unidas. Por lo tanto, agregó, «esta decisión del Parlamento marroquí no tiene posibilidad de prosperar y eso es lo más importante».
En cualquier caso, Torres indicó además la necesidad de que se mantengan las buenas relaciones de vecindad entre España y Marruecos, sin menoscabo de que se actúe con «absoluta firmeza» cuando se considere necesario. El presidente canario insistió en su mensaje «tranquilizador a la opinión pública».
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