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El Gobierno de España, a través del Ministerio de Defensa, ha desplegado a tres buques de la Armada en aguas del mar de Alborán, el golfo de Cádiz y la fachada atlántica (frente a las costas de Portugal) -entre ellos el 'Tornado', con base el el arsenal de Las Palmas- para controlar y monitorizar los tránsitos de la llamada 'flota fantasma rusa', integrada por numerosas embarcaciones de todo tipo -oceonográficos, buques de carga general, científicos, cargueros, pesqueros, petroleros y hasta submarinos, entre otros- que operan bajo banderas de terceros países pero que en realidad están vinculados a Moscú. Esta flota está considerada una amenaza para la seguridad sobre todo tras los recientes incidentes de corte de cables submarinos en el mar del Báltico.
De hecho, la decisión de España se une a la adoptada el miércoles por la OTAN y los países aliados en la costa del Báltico, como son Finlandia y Estonia, que han acordado desplegar la misión 'Centinela del Báltico' para controlar este tránsito.
El Gobierno de España, sin embargo, se ha olvidado de Canarias y el tránsito semanal que realizan estos buques rusos por las aguas de las islas y además, cargados de crudo. Y es que la 'darkfleet' no solo recaba información a través de modernos aparatos de electrónica naval a su paso por las aguas internacionales, en una labor de espionaje que recuerda mucho a la Guerra Fría e incluso de sabotaje, sino que también son utilizados para mover el crudo ruso desde el Báltico hacia la India, China, West Africa y Latinoamerica, donde se refina para volver a Europa convertido en gasolina o nafta, en un paso constante y de ida y vuelta por las aguas de Canarias.
Gracias a sus banderas de conveniencia, algunas realmente 'oscuras', como es el caso de Gabón, Swazilandia o Islas Cook, escapan a cualquier control impuesto por Europa al petróleo ruso y lo hacen sin ninguna medida de seguridad, sin un armador claro y posiblemente sin aseguradora ante eventuales accidentes, como el que protagonizaron a mediados de diciembre dos petroleros rusos en el Mar Negro, cerca de Crimea.
De media se estima que cada semana transitan hasta cinco buques tanque, ya sean con refinados o crudo, por las islas, por los dispositivos de separación del tráfico que discurren entre las aguas internacionales que separan Tenerife-Gran Canaria y Fuerteventura, lo que les lleva a navegar en algunos casos al límite de las doce millas jurisdiccionales españolas.
En estos últimos cuatro días han transitado por Canarias cuatro 'darkfleet' rusos. Ayer mismo entre Gran Canaria y Tenerife estaba el 'Hellas Avatar', como apunta el doctor en Marina Civil y codirector del Master de Seguridad Marítima Cisde, Rafael Muñoz.
Hace escasos días estuvo fondeado a 700 metros de La Isleta el petrolero darkfleet 'New Amorgos', de 17 años y cargado con tres cuartos de millón de barriles de crudo -como muestra la imagen-, sin que ninguna autoridad española acometiera ningún control relativo a conocer quien es su armador, que en caso de accidente, sería quien se encargara de hacer frente a la limpieza de un vertido y de las indemnizaciones.
Tampoco las administraciones canarias han mostrado interés sobre este asunto pese al elevado nivel de riesgo que existe y el impacto que tendría en el archipiélago -potencial turística de primer nivel con 18 millones de visitantes en 2024- un vertido de uno de estos petroleros.
Es cierto que el Derecho Marítimo ampara las escalas de estos petroleros en el puerto de Las Palmas -donde suelen recalar a aprovisionarse- puesto que su nacionalidad la define su bandera de registro y no la del armador, como explica Muñoz, que otra «cosa distinta» es la moral frente al «cash portuario» que hacen las agencias de buques al consignarlos. «La cuestión del tránsito descontrolado en aguas circundantes del archipiélago canario esconde una peligrosa derivada jurídica y económica que quizás no se quiera ver y que es la imposibilidad de dar con el verdadero armador del buque en caso de accidente y desastre medioambiental», manifiesta.
Muñoz advierte de que de haber un accidente en aguas de Canarias estaríamos en un escenario similar al del 'Prestige' en Galicia en 2002. «Sería un regreso al futuro del desastre de gestión técnica y política que se llevaría por delante a buena parte del sector turístico de la isla afectada con ayuda de los vientos alisios y la corriente sur».
Para Muñoz, el Gobierno de España comete un «error de cálculo» al menospreciar el continuo tránsito de petroleros 'darkfleet' en aguas de Canarias por considerar que son aguas internacionales. «Estamos a las puertas de un accidente que involucre a un buque tanque manejado por Rusia y no habrá a quien reclamar gracias al entramado jurídico en el que se refugia esta flota oscura para salvaguardar las identidades de sus armadores, griegos en su mayoría», advierte este experto en Marina Civil.
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