¿Dónde se mete el juez Alba?
Es habitual encontrar en los boletines oficiales notificaciones de los juzgados dando cuenta de la imposibilidad de localizar a personas sometidas a procedimientos judiciales, pero es mucho menos frecuente leer que a quien se busca es a un juez. Es lo que le pasa al Poder Judicial con Salvador Alba.
Gerardo Montesdeoca
Jueves, 20 de abril 2017, 12:00
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha tenido que recurrir al Boletín Oficial del Estado (BOE) para notificar al magistrado de la Audiencia de Las Palmas el último de los acuerdos adoptados en su expediente disciplinario, porque asegura que no le ha encontrado en su casa. El BOE incluyó en su edición del pasado martes un anuncio –adelantado por el periódico digital CanariasAhora.com– en el que el Poder Judicial notifica por esa vía el último acuerdo adoptado en su expediente disciplinario a Salvador Alba, que sigue prestando servicio como magistrado de la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas.
Salvador Alba tiene abierto desde noviembre del año pasado un expediente disciplinario por dos faltas muy graves y una grave, relacionadas con su labor al frente del Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria como sustituto de Victoria Rosell.
En concreto, el CGPJ investiga si Alba cometió abuso de autoridad (falta grave) al investigar en una causa de fraude fiscal hechos que no tenían relación alguna con el contenido de ese procedimiento, que gira sobre el presunto fraude a Hacienda y a la Seguridad Social cometido por el empresario grancanario Miguel Ángel Ramírez.
En el curso de esa investigación, Alba interrogó a Ramírez sobre si había financiado negocios periodísticos de la pareja de la juez Victoria Rosell, con lo que obtuvo una serie de informaciones que luego remitió al Tribunal Supremo para que se unieran a la querella que había presentado el entonces ministro José Manuel Soria contra la exdiputada de Podemos (querella hoy ya archivada).
El Poder Judicial también quiere aclarar si Alba cometió revelación de secretos (falta muy grave), porque ese informe suyo al Tribunal Supremo apareció publicado en algunos periódicos.
La última falta disciplinaria que se le imputa, incumplimiento del deber de abstención (muy grave), deberá determinar si existía o no una enemistad de Alba con la juez Rosell que le hubiera obligado a no intervenir en una investigación sobre ella.