Clavijo elude los casos de presunta corrupción y se centra en ensalzar sus logros

El jefe del Ejecutivo dedicó sus 60 minutos de discurso -prácticamente la mitad del tiempo dispuesto por la Cámara- a repasar la gestión de los ocho meses transcurridos desde que tomó posesión del cargo y esbozar los proyectos que quiere poner en marcha sin detallarlos en profundidad.

Todo ello en espera del 'cara a cara' que mantendrá en la sesión de la tarde con los grupos de la oposición y en la que tendrá, como primer adversario, al portavoz del Grupo Socialista, Sebastián Franquis, enfrentamiento en el que, previsiblemente, sí saldrá a colación los casos relativos a la compra de mascarillas.

Entre los anuncios realizados en su primer debate del estado de la nacionalidad de esta legislatura, Clavijo mencionó la convocatoria -por primera vez- de la Conferencia de Presidentes de Cabildos para abordar el reto demográfico y plantear propuestas 'individualizadas' para cada isla.

Asimismo, el presidente volvió a reclamar una subida de salarios en el sector turístico, avalada por la buena marcha del sector, las expectativas de seguir mejorando y sobre todo, dijo, de la «histórica» facturación registrada el año pasado.

Respecto a uno de los grandes asuntos que ocupan al Gobierno esta legislatura, como es la migración y, fundamentalmente, la atención a menores no acompañados, reiteró la necesidad de que el Estado se comprometa de manera urgente porque la solidaridad, afirmó, «ha fracasado». En este sentido, manifestó la disposición de la comunidad autónoma de acudir no solo a Bruselas en busca de respuestas, sino a Naciones Unidas.

También se refirió el presidente a los frentes abiertos con Madrid -desde el conflicto con Costas a la reclamación de que se flexibilice la regla de gasto para el archipiélago- e hizo hincapié en los acuerdos logrados con los grupos de la oposición.

Mencionó igualmente el consenso alcanzado en torno a la necesidad de trabajar para mejorar la productividad en las islas. Esta, manifestó, es una preocupación «constante» del Gobierno porque contribuye a la desigualdad económica y social y «obstaculiza» un crecimiento inclusivo y sostenible. Hablar de productividad, insistió el presidente, es hablar de salarios, renta y pobreza.