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El pálpito musical de Los Gofiones (II)

Proponemos un recorrido por el latido de las canciones más populares y los discos que han jalonado el medio siglo de existencia del grupo. La formación isleña celebra sus 50 años.

Francesc Zanetti / Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 5 de marzo 2018, 10:48

Durante el transcurso de los 50 años de existencia de Los Gofiones, el grupo ha producido un total de 22 discos propios y ha colaborado en otros 18 álbumes. Desde el primero grabado por el sello Columbia, en 1969, bajo la dirección de su fundador Totoyo Millares, al último, titulado Por una cabeza, editado en 2015 a las órdenes de su actual director, Víctor Batista, la formación grancanaria ha registrado alrededor de 300 canciones, muchas de las cuales constituyen hoy una valiosa e imprescindible aportación sonora dentro de la reserva del cancionero popular de Canarias.

A través de los discos de Los Gofiones puede uno, si se lo propone, rastrear el itinerario musical y la coherente evolución que ha experimentado en su medio siglo de existencia el mencionado grupo que, si por algo se ha caracterizado, es por ser poseedor de un estilo singular e inconfundible que muchos han identificado y definido acertadamente como el «sonido gofión».

«La gente suele decir que el sonido gofión es único e inimitable. Los muchos cambios que hemos experimentado nunca han estado al servicio de modas o estrategias comerciales; por eso nos avala una continuidad de cinco décadas de existencia. Somos fruto de un producto homogéneo identificable porque nuestro trabajo y trayectoria está escrita en el tiempo», señala Batista, que cumple un año de vida justamente cuando Totoyo Millares funda el grupo, en 1968.

Es cierto que una parte sustancial de la cartografía sonora de Los Gofiones esté escrita en buena medida en muchas de sus canciones. Pero también es verdad que otra buena porción la escribe la sociedad que se ha apropiado de ellas otorgándoles sentido simbólico, declinando sus códigos y valores y determinando su exitosa persistencia y recorrido en el tiempo.

Del surco a ‘Spotify’

Musicalmente, el grupo ha vivido distintas etapas en estos 50 años de existencia. Tanto es así que su música ha pasado de reproducirse en el legendario disco de surco a las aplicaciones multiplataformas como Spotify o iTunes empleadas actualmente para el consumo de música vía streaming.

Una primera corresponde a su época fundacional de la que brevemente se ocupa el timplista Totoyo Millares entre 1968 y 1971. La recuperación de los aires populares y su legítima dimensión etnográfica caracteriza esos años. Seguidamente, entre 1971 y 1977, se hacen cargo de la dirección en una tarea con un objetivo continuista los miembros ya desaparecidos Perico Lino y Pedro Vega.

Con Paco Chirino la formación grancanaria se propone por vez primera atreverse a indagar en otros contextos y materiales musicales más allá de los aires netamente folclóricos inspirados en la tradición de raíz de Canarias y se empiezan a componer los primeros temas de creación propia. En esta fructífera transición hacia un incipiente y rico mestizaje emprendida por Chirino, Los Gofiones graban cinco volúmenes, el último de ellos, Te lo voy a decir cantando, fechado en 1991, en el que por vez primera se incluyen en el citado disco una decena de temas del área sudamericana, desde aires mexicanos a cubanos, pasando por venezolanos. Aunque a la hora de grabar este volumen, ya Chirino se encuentra fuera del grupo, sí que participa del diseño y el espíritu inicial del mismo.

El ingreso de gente tan valiosa como José M. Pérez el Patillas o Pepe Olivares, a los que se unen Manolo Melián y Ricardo Franchy, termina por conformar un equipo de trabajo que se encargó de elaborar letras y músicas que aportarán nuevos sabores al repertorio de Los Gofiones.

Tras el papel jugado por Pacho Chirino se instaura, de 1990 a 1997, una especie de labor colegiada en la dirección musical de la que se responsabilizan los miembros José Manuel Lecuona, Feluco Tejera y Carmelo Santana. El grupo vivía una nueva etapa con la incorporación de nuevos componentes. De esta época es el disco Te lo voy a decir cantando (1991) en el que el grupo utiliza por primera vez tres cubano y diversos instrumentos de percusión latina.

Con la llegada de Víctor Batista en 1997 puede afirmarse que Los Gofiones alcanza su identidad sonora actual con la actualización y explotación de sus recursos instrumentales, arreglos y métodos de trabajo que descubren las posibilidades de la coloratura vocal de sus componentes, que ya se aprecia en sus exitosas entregas 30 Años (1998) en el que participan más de 20 solistas diferentes, Cronistas de la música popular (2002) o La Trastienda (2004). En los últimos años se promueve la implicación del grupo en un enriquecedor proceso de producción de proyectos artísticos y escénicos de gran envergadura, la gran mayoría de ellos dirigidos por Mario Vega, entre los que hay que destacar las sucesivas entregas de Zafra, que dan comienzo en 2012, el histórico Manta y Estameña protagonizado junto a Los Sabandeños (2013), el espectáculo músico-teatral El crimen de la perra Chona (2014) o los recitales íntimos Castillos en el aire (2016).

Según avanza Víctor Batista, el disco Cuba, lanzado en 1996, supuso una verdadera revolución para Los Gofiones. «Se instaura el trabajo metódico de asesoramiento y autoformación con la asistencia técnica y artística de músicos expertos en música cubana, tras lo cual el grupo se coloca en cotas de interpretación no alcanzadas hasta la fecha».

La elección de un repertorio netamente cubano y la esmerada preparación con la inestimable guía de la maestra cubana Digna Guerra, directora del Coro Nacional de Cuba, la producción y arreglos instrumentales de Alexis Canciano, se materializó en uno de los trabajos más exitosos del grupo, que contó además con las colaboraciones de Silvio Rodríguez (en Dos gardenias y La sitiera) y Celina González (en Lágrimas negras y Yo soy el punto cubano).

Los temas del medio siglo

Ofrecemos una lista de algunas canciones imperecederas que por distintas circunstancias han jalonado su discografía y la historia del grupo.

Gran Canaria. Su compás quebrado marcado por el sincopado y rotundo ritmo de las chácaras en el tajaraste se ha convertido en todo un clásico que puede ser considerado el himno no oficial de la isla, siendo utilizado en numerosas campañas tanto institucionales como privadas. Escrita por el fallecido Manolo Melián en 1998, el tema fue arreglado musicalmente por Víctor Batista y grabado en el disco 30 Años, después de prolongados cambios de impresiones con su autor, que inicialmente había titulado esta pieza como Querida Ana. Es habitualmente interpretado por José Afonso y el propio Batista.

Oración del remanso. Esta versión de la canción del autor argentino Jorge Fandermole es una de las más solicitadas al grupo en los conciertos y de las más escuchadas en Spotify e iTunes. Fue estrenada en Rosario en un viaje realizado a Argentina por Los Gofiones y propuesta por Javier Rodríguez. Se registra en el disco Manta y Estameña lanzado en 2013, que recoge las canciones del espectáculo del mismo nombre protagonizado junto a Los Sabandeños.

La alpispa. La supresión de este conocido tema del repertorio popular creado por Néstor Álamo, que fue parte habitual de los conciertos de Los Gofiones, responde a una cuestión de sensibilidad. En el preciso momento en que la revisión de los contenidos y las letras del cancionero obligaba a tener un lenguaje no sexista y no violento, este celebérrimo tema dejó de ser incluido en los nuevos repertorios.

En abril de romería. De la inspiración de Rafael Tejera y Manuel R. Melián surgió esta canción dedicada a la fiesta grande de San Marcos del municipio tinerfeño de Tegueste, con el que el grupo ha mantenido una entrañable relación desde 1988.

Sombra del Nublo. Grabado por primera vez en el Albúm III titulado En las raíces del Pueblo, vuelve a regrabarse con arreglos nuevos, y a petición del solista tinerfeño Chago Melián, quien quiso contar con la colaboración de Los Gofiones en uno de sus trabajos discográficos. Con posterioridad a este hecho, Sombra del Nublo es elegido por el Cabildo Insular de Gran Canaria como himno oficial de la isla.

Dos Gardenias. Escrito en 1945 por la pianista cubana Isolina Carrillo, este tema ha pasado a formar parte de los obligados en todas las antologías del bolero a nivel universal. Una de sus versiones más escuchadas, quizá sea la de Antonio Machín, que fue la que popularizó definitivamente el tema en tierras canarias. La canción, incluida en la producción discográfica Cuba y cantada por Silvio Rodríguez, alcanzó en 1996 durante semanas el primer puesto en las listas de éxito en las radios cubanas.

Isa de salón. Uno de las variantes más elegantes de la isa en Canarias es, sin duda, la isa de salón. La manera pausada con la que el solista evoluciona sobre la sencillez armónica de este género, hace de éste un estilo de mero ludismo vocal. Este tema fue incluido en el Volumen III En las raíces del Pueblo, y vuelto a grabar en el disco Estameña.

Calle Mayor de Triana. Del mismo autor de temas como La Mascarita, Gran Canaria o En abril de romería, llega esta entrega para encabezar la lista de canciones del Volumen V. Manuel Rodríguez Melián hace un inspirado recorrido por el paisaje y paisanaje de Vegueta en uno de sus pulmones económicos, sociales e históricos, la calle mayor de Triana.

Perico Lino y sus muchachos

Tras la fundación de Los Gofiones, el cantador Perico Lino acapara la interpretación de la gran mayoría de los temas del grupo. El que fuera legendario solista y director de la agrupación, fallecido recientemente a la edad de 86 años, no podrá celebrar las cinco décadas de su existencia como miembro fundador.

Fue tanto el protagonismo del recordado solista nacido en el barrio de Arenales, que en el seno del sector musical de la ciudad se extendió aquella consabida comidilla de «Perico Lino y sus muchachos», al referirse a Los Gofiones.

Lino, que se convirtió en un sobresaliente referente de toda una generación portentosa de cantantes autodidactas de la música popular de Canarias que creció al amparo de los sonidos de la posguerra española, llegó a cantar durante las dos primeras décadas más del 80%del repertorio musical de Los Gofiones.

Precisamente en 2008 el grupo graba un disco que dedica a Lino en el que incluye una selección de los más importantes temas de la historia de Los Gofiones y de la música popular canaria y latinoamericana que siempre estuvieron magistralmente defendidos sobre el escenario por la torrencial voz barítona del solista.

Entre ellos figura Brindis Gofión, composición de José M. Pérez el Patillas, antiguo componente, sobre la celebración de una vida dedicada a la música, interpretada conjuntamente con varios exgofiones.

Pero si Perico Lino hacía suyo un tema como nadie a la hora de interpretarlo era el del mexicano Sergio Esquivel titulado Un tipo como yo, que se incluyó por vez primera en el repertorio del espectáculo El crimen de la perra Chona de 2014 y que el cantante lírico Blas Martínez descubrió a Lino unos años antes.

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