'Detective Touré'

A Touré le persiguen unos y otros a ambos lados de la ley. La Ertzaintza le acosa y los malos no se fían de este africano más listo que el hambre, aunque sus pesquisas detectivescas acaban muchas veces de manera desastrosa. Buena parte del encanto de la serie reside en su actor protagonista, Malcolm Treviño-Sitté, un guineano que vino a España con diez años y cuyo amplísimo currículo pasa por el Centro Dramático Nacional e incluye series –'El Chiringuito de Pepe', 'Antidisturbios'– y películas –'Palmeras en la nieve', 'El cuaderno de Sara'–.

El Bilbao retratado en 'Detective Touré' no es el rutilante escenario turístico del Guggenheim, sino el barrio canalla por excelencia de la ciudad, Bilbao La Vieja, con su epicentro en la calle San Francisco. La serie refleja el activismo de los movimientos vecinales en una zona con un alto número de inmigrantes y que es noticia en la mayoría de ocasiones por conflictos derivados de la prostitución y el trapicheo de droga.

Ese apego a la realidad urbana nutre de chicha una ficción con buena parte del 'star-system' vasco –Itziar Ituño, Unax Ugalde, Loreto Mauleón, Itsaso Arana, Urko Olazabal–, que suaviza con humor la crítica social presente en los libros de Arretxe. Touré es una serie diferente, y por eso lo tendrá difícil en un ecosistema televisivo formado por productos clónicos.