Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este marte 15 de octubre
Nerea Barros retoma su papel de 'La novia gitana'. RC
Crítica de 'La red púrpura': más oscura e intensa que 'La novia gitana'

Crítica de 'La red púrpura': más oscura e intensa que 'La novia gitana'

Paco Cabezas dirige esta producción basada en la trilogía de Carmen Mola, con algunas imágenes duras y mayor ambición

Miércoles, 27 de septiembre 2023, 16:14

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

Sube la apuesta la segunda temporada de 'La novia gitana', bautizada como 'La red púrpura'. La atmósfera se enturbia, las imágenes se endurecen y la trama se retuerce hasta lo indecible, con algún final de capítulo asfixiante. Presentada en el Festival de Cine de San Sebastián, nuevo escaparate pomposo para el formato, engancha desde el primer minuto. No es para menos, ya que viene desde muy alto: la última secuencia del cierre de la sesión original dejó a la audiencia noqueada, con el suspense en alto al abrirse un nuevo enigma para la inspectora protagonista encarnada con arrojo por Nerea Barros. Goya por su participación en la recomendable 'La isla mínima', retoma su papel de madre herida, obsesionada con encontrar a su hijo desaparecido cuando era un crío. Su labor policial se mueve entre el bien y el mal. Volcada en su trabajo, intenta apaciguar su carácter autodestructivo.

El nuevo caso que enlaza con el anterior tiene un componente emocional mayor. Recordemos que al final del último episodio de su puesta de largo recibía un video en su celular con unas imágenes tremendas. Una chica era torturada en manos de un joven insolente… que podría ser su vástago perdido, ya crecido.

Los dilemas morales de la inspectora Elena Blanco cobraban especial fuerza en el clímax de la primera temporada (disponible en abierto por un tiempo limitado a partir del 1 de octubre). Su equipo, la Brigada de Análisis de Casos (BAC), le sigue ciegamente, se parte el lomo por su jefa, pero ella les sigue ocultando información fundamental para la resolución de un nuevo caso que tiene relación con uno de los terribles rumores planteados en 'La novia gitana'. Una mujer es martirizada y asesinada, esta vez en vivo y en directo. Para acceder a la retransmisión, alguien vende enlaces con una clave, el hilo del cual tirar para llegar a los matarifes y a quienes puedan estar por encima manejando una organización criminal sin escrúpulos. La supuesta Red Púrpura es un entramado con conexiones poderosas. Se mueven por el lado más oscuro de internet, traficando con menores y víctimas de videos snuff. Muertes reales, explícitas, con sangre y vísceras.

Un caso macabro

La primera entrega de la serie, de un total de ocho, ya deja claro, desde sus primeros compases, que no va a hacer prisioneros. Momentos no aptos para estómagos débiles, bordeando el gore, abren fuego. Quienes estén acostumbrados al cine de terror no se asustarán, sus castigadas retinas están encallecidas y las salpicaduras que recoge la cámara, guiada de nuevo por el inquieto Paco Cabezas ('The Umbrella Academy', 'Penny Dreadful', 'El alienista'), no son excesivas para los fans de la truculencia en la ficción. Sin embargo, el espectador medio, acostumbrado a los thrillers tensos con reservas, quizás se sienta incómodo con el audaz inicio del enredo, una colección de imágenes enfermizas que nos introducen en un relato que puede atraer a los seguidores del formato true crime, cuyo auge televisivo es digno de estudio.

Con una fotografía siniestra, 'La red púrpura', disponible semanalmente en el menú de Atresplayer Premium a partir del próximo 8 de octubre, adapta la continuación del best-seller pergeñado por Carmen Mola, pseudónimo del trío de escritores formado por Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero. Ha transcurrido medio año desde los acontecimientos descritos en la temporada de apertura. El equipo de la inspectora Blanco, cuya ansiedad le come por dentro y por fuera, ha sido arrinconado tras el desenlace del anterior crimen, donde la formas no fueron las adecuadas para subsanar el conflicto. Aislados en una nave donde parece que ahorran en luz, siguen con sus pesquisas, intentando solucionar algunos flecos por resolver, dando carpetazo al asunto. Toca navegar por las aguas profundas, negras como el carbón, de Internet. Repiten rol Vicente Romero y Mona Martínez, desarrollando sus personajes, al igual que Francesc Garrido o Lucía Martín Abello, cuya interpretación crece. En general, ganan peso las subtramas. Atención a la perturbadora aparición de Andrés Gertrudix. Y qué decir de Roberto Álamo. Hasta aquí podemos leer.

Cabezas sabe manejarse en la oscuridad, con una narración precisa y una factura encomiable, con la ayuda de Juan Miguel del Castillo en algunas entregas. Se le nota cómodo con los personajes, ya perfilados, y una mayor ambición en la gesta. Se añade información, se abren más puertas y se desvelan secretos mientras aparecen nuevos enigmas. Rosalía o Niño de Elche suenan en la banda sonora, con música incidental de Zeltia Montes, Goya por su trabajo en 'El buen patrón'. Pinta que 'La Red Púrpura', si cuenta con una acogida merecida, entrará en la lista de lo mejor del año, sobre todo si nos ceñimos a la producción nacional. El final de la temporada provocará algún shock. No hay descanso para la audiencia. Hemos venido a jugar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios