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Candela Peña, en un fotograma de 'Hierro'. Foto: Jaime Olmedo | Vídeo: Virginia Carrasco

Candela Peña: «2021 es, de momento, un año en blanco para mí como actriz»

Entrevista ·

Nominada al Goya a mejor actriz por 'La boda de Rosa', estrena este viernes la segunda y última temporada de 'Hierro' en Movistar+

Iker Cortés

Madrid

Martes, 16 de febrero 2021

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Divertida y espontánea, Candela Peña (Gavá, Barcelona, 1973) vive ahora uno de sus momentos de mayor popularidad. Nominada al Goya a la mejor actriz por su papel en 'La boda de rosa' -de conseguirlo, será su cuarta estatuilla-, la intérprete retoma el personaje que ha supuesto su entrada a lo grande en la ficción televisiva, el de la jueza Candela Montes. 'Hierro', el 'noir' canario, estrena su segunda y última temporada en Movistar+ este viernes. «Son tan enigmáticos los Coira que rodaron dos finales para que ni tan siquiera yo supiera cómo acababa», afirma la actriz por videoconferencia.

-¿Cómo ha sido regresar al personaje de Candela la jueza?

-Como yo nunca había hecho televisión, una de las cosas que más me rayaba era hacer una temporada nueva de algo que ya había hecho. Recuerdo que llamé a amigas mías que habían hecho más tele y les preguntaba: «¿Cómo se retoma un personaje?». Me dijeron: «En cuanto entres con los textos, es algo que vendrá». Sí que tengo que decir que en la primera temporada yo, como actriz, tenía muchas más cosas que hacer. La jueza es una mujer que llega a un sitio nuevo y de la que tienes que contar un montón de cosas que me ayudaban a mí mucho como actriz. Sin embargo, la temporada acababa y no sabías quién era ella y yo sí tenía que construir el personaje.

-¿Cómo lo afrontó entonces?

-Se sigue sin saber nada, porque ella se dedica a repartir thriller, pero pedí que le apretaran un poco las tuercas con el niño, cuya salud empeora, para tener algo a lo que agarrarme. Me he podido ocupar de cosas más minuciosas, más pequeñas, de limar, algo que no sé si los espectadores verán.

-Es un personaje que se hace respetar, rotundo en sus convicciones, pero que se ha ganado el respeto de sus compañeros. ¿Cuánto tiene usted de ella?

-Ostras, yo creo que no me parezco en nada a la jueza. Está muy enfadada con la vida, es una persona muy solitaria, que ha cerrado filas. Creo que lo único que tengo que ver con la jueza, y me he dado cuenta en esta temporada, es que por muy idealista que tu seas, pertenecemos a un sistema y esto hay que aceptarlo. A mí por la parte que me toca, y a la jueza por la parte que dices: ella es muy rotunda en sus convicciones pero la ley es tramposa a veces y está casi hecha más para el que la incumple. Así que ella la va a impartir, va a hacer lo que la ley diga, pero hay veces en las que no estará de acuerdo.

-¿Es 'Hierro' un ejemplo de que la industria audiovisual está madurando? ¿Han dejado de ser invisibles para la industria las mujeres de treinta y muchos?

-Es que no sabría ni cómo contestarte. Creo que hay que contarlo todo, todas las edades. Y también la edad que tu ves mirando a la pantalla, sea la que sea (se señala). Ojo, no todos llevamos los cuarenta igual. ¿A que tu tienes compañeros de tu clase que dices: «Madre mía, este muchacho parece mi padre»? Me cuesta responder sin pillarme los dedos. Yo lo único que comento es que casi siempre nos escriben, nos dirigen y nos producen ellos y dentro del imaginario de un señor, pues fantasea con chicas que no sé… Al que le gusten las chicas de veinte escribirá para chicas de veinte. Por eso nos tienen que dejar espacio a las chicas que escribimos, nos tienen que dar hueco para contarnos a nosotras desde otro lado. Porque si no, yo veo series de tías de treinta años en las que el conflicto es que no llegan al orgasmo (ríe).

-Colabora en 'La resistencia' y lleva años encadenando rodajes. ¿Se acaba el miedo al año en blanco?

-Pues estoy en blanco para 2021. Ahora ando con esta promoción, que va dentro del contrato por ser la jueza, pero eso fue el año pasado, con lo cual es probable que esto ya me lo haya comido. Aún no tengo trabajo en 2021. También estoy en una profesión que sé lo que alberga y no queda otra que seguir peleando. Ser actor en este país es la resiliencia, trabajamos solo el 8%, si consigues estar aquí dando la brasa. De todas maneras, sí, voy cada dos semanas a 'La resistencia' y gracias a ellos me llega para el supermercado, tampoco es un sueldo, pero me llega para comer (bromea). Ojalá salga mi serie, 'Puerto y camino', que es esta maravilla para hablar de tías y tíos de todas las edades, binarios, no binarios… En 'Puerto y camino' vamos a caber todos. Otra cosa, este año lo que sí tengo para estrenar es uno de los mejores trabajos que he hecho en mi vida, que es la madre en 'Maricón perdido', la serie de Bob Pop. La produce TNT y El Terrat. Va a ser una fantasía.

-Con la irrupción de las plataformas, ¿es más fácil levantar una serie?

-Mira, las únicas plataformas que yo veo claras son éstas (muestra sus zapatillas a cámara), todo lo demás no lo capto. La gente debe de pensar que por ser Candela lo tengo más fácil y no, es súper difícil. Me produce Isabel Coixet, que es la capa de las capas, y aún así es complicado. Por eso me quito el sombrero con Rodrigo Sorogoyen o Álex de la Iglesia y con cualquiera que levante una serie, porque son la pera limonera.

-En su discurso en los Goya de 2013, avisó de las carencias a las que se enfrentaba la sanidad pública española. ¿Qué pensó cuando vio que la covid se nos venía encima?

-Lo único que puedo decir es que a todos los negacionistas los llevaría a cualquier hospital de voluntarios, las 24 horas al día, para que vieran la labor tan importante de nuestra sanidad.

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