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Un fotograma de 'Silent Night'.
Terror y normalidad en la última edición de Sitges

Terror y normalidad en la última edición de Sitges

El festival de cine fantástico y de terror ha recuperado a gran parte de su público tras la pandemia, ofreciendo una panorámica del actual estado del género

Lunes, 18 de octubre 2021

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Terminada la edición 54 del festival de Sitges, el más importante del planeta a la hora de hablar de cine fantástico y de terror, justo cuando los aforos de las salas han vuelto al 100%, toca repasar algunos de los títulos más celebrados durante el mastodóntico evento. Su extensa programación impide poder ver todos los títulos seleccionados en pantalla grande, pero siempre se pueden escoger entre tanta oferta aquellas propuestas que probablemente marcarán tendencias y visitarán la cartelera en los próximos meses. Con un aumento del 76% en la venta de entradas respecto a 2020, un año negro para la distribución cinematográfica convencional, algunos pases han colgado el cartel de aforo completo, como la esperada 'Última noche en el Soho', lo nuevo de Edgar Wright, que ha decidido definitivamente apuntarse al mainstream tras 'Baby Driver'. Aquí rueda con medios y cabeza, ofreciendo un espectáculo visual embriagador que esconde una historia algo tramposa, con un final tan efectivo, y efectista, como previsible. Arrasará en la taquilla, gustó mucho a los jóvenes estudiantes concentrados en Sitges, anonadados ante el despliegue técnico del filme, protagonizado con luminosidad por Thomasin McKenzie -ojo a su carrerón, con obras estimables como 'No dejes rastro'- y Anya Taylor-Joy, de moda tras el éxito de la serie 'Gambito de dama' -no se pierdan su talento enigmático en 'Purasangre'-. Ambas actrices tienen, sin duda, un gran futuro por delante.

La divertida y desacomplejada 'Veneciafrenia', de Álex de la Iglesia, también arrasó en la venta de tickets, al igual que 'The Innocents', una de las favoritas entre las quinielas del palmarés y que finalmente se llevó una mención especial. Una exquisitez que remite tanto al indispensable cómic 'Pesadillas', de Otomo, como al clásico nacional '¿Quién puede matar a un niño?', de Narciso Ibáñez Serrador. Un cuento infantil desasosegante, obra de Eskil Vogt, al que hizo sombra la película ganadora de la Sección Oficial, 'Lamb', de Valdimar Johánnssonla, un drama rural con toques fantásticos que se deja llevar por el horror en sus últimos pasajes. Noomi Rapace, también galardonada con el premio a la mejor actriz, encarna a una madre abnegada que cuida a un bebé muy singular. Sembró la incertidumbre en el patio de butacas y no dejó a nadie indiferente, lo que es de agradecer, como la insólita, cruel, sucia, sórdida, pringosa, gore, lisérgica, hipnótica, retorcida, infernal y perturbadora 'Mad God', un festín viscoso brutal perpetrado con la técnica de la animación stop motion por Phil Tippett, reconocido supervisor y técnico de efectos especiales que ha dejado su impronta en la saga 'Star Wars', entre otros hits de la historia del séptimo arte. Probablemente no hayamos visto nada más enfermizo en esta edición de Sitges, pero ha habido otras propuestas igualmente delirantes, entre ellas 'After Blue', de Bertrand Mandico, una apuesta lisérgica que provocó la estampida de algunos espectadores de la proyección. El jurado la destacó como título de culto inmediato.

Halloween mata

El certamen se inauguró con la tremendamente vacía 'Mona Lisa and the Blood Moon', un videoclip alargado que engatusó al jurado joven con su estética pretendidamente moderna. Gregg Araki hacía lo mismo en los años 90, con más gracia, sexo y drogas. La carrera de Ana Lily Amirpour se antoja uno de los grandes bluffs del fantástico contemporáneo. Menos mal que la visceral 'Titane' también pudo verse el mismo día en Sitges, para subir el nivel de la jornada en el auditorio principal junto a la estimable 'Censor', que empieza mejor que acaba, pero resulta igualmente interesante. 'The Feast', con un tempo irritante, también se pierde por el camino, pero contiene algunas imágenes inquietantes, bien pensadas y mejor encuadradas. 'Halloween Kills' rememoró el espíritu de Carpenter, con una lectura política escalofriante. Hay muertes esperpénticas, como mandan los cánones, aunque nunca son suficientes para los aficionados al slasher. La oriental 'Limbo', atmosférica y pesadillesca, se llevó con razón el premio a la mejor fotografía, luciendo una textura en blanco y negro arrebatadora. Un thriller asfixiante que transcurre, literalmente, entre basura.

Un fotograma de 'The Innocents'.
Un fotograma de 'The Innocents'.

Asfixiante también deviene 'Luzifer', cuya pareja protagonista, una mujer mayor y su hijo, viven aislados en la montaña. Un amenaza inesperada saca a relucir la oscuridad que habita en el ser humano. 'The Deep House', lo último de lexandre Bustillo y Julien Maury, parte de una idea sensacional, una historia de fantasmas con casa encantada debajo del agua. Los actores no cubren el expediente y el terror acuático se diluye, pero muestra algunas escenas submarinas realmente terroríficas. 'The Trip (El viaje)' ya se ha estrenado en Netflix y fue una de las cintas más aplaudidas en el festival catalán durante su proyección. Una hilarante comedia negra plagada de gags sanguinolentos no aptos para estómagos débiles. 'Coming Home in the Dark' empieza con un golpe de efecto estremecedor. Una familia de excursión es atacada por unos desconocidos sin motivo aparente. El desarrollo de la trama pierde fuerza pero mantiene la atención, a diferencia de la anodina 'Séance', la enésima película sobre unas estudiantes en una residencia que acaba en un baño de sangre. El anime tuvo su espacio en Sitges, con el estreno de la bellísima 'Belle', del cineasta japonés Mamoru Hosoda ('El niño y la bestia'). Un espectáculo total, al igual que la apuesta italiana 'Freaks Out', una de las sorpresas del evento, olvidada en el palmarés. Un grupo de personas excéntricas que trabajan en un circo ambulante gozan de poderes extraordinarios que se ven obligados a utilizar para defenderse de los nazis en plena Segunda Guerra Mundial. Las escenas de acción son apabullantes y los personajes sumamente entrañables.

Para no dormir

En 2021 el premio al mejor guión y el premio del público, que no suelen ir parejos, han recaído en 'Silent Night', de lo más divertido visto en Sitges. Además, se proyectaron los cuatro episodios de la renovada 'Historias para no dormir'. De las cuatro entregas del proyecto rodadas hasta la fecha, apadrinado por Amazon Prime Video, destacó por méritos propios 'Freddy', capítulo dirigido por Paco Plaza, que hizo doblete presentando 'La abuela' en su hábitat natural. Ambas obras fueron bien acogidas por una audiencia entregada que torció el morro con la soporífera y decepcionante 'Demonic', dirigida por Neill Blomkamp, al que parece que no le funciona el talento si no cuenta con grandes medios. 'Eight for Silver' es una historia diferente con hombres lobo, de época y ritmo pausado. 'Barbaque (Some Like It Rare)', o cómo los propietarios de una carnicería logran salvar el negocio a base de convertir veganos en chuletas, funcionó muy bien entre el público reunido en la sala oscura con ganas de aplaudir buenos momentos de humor negro y hemoglobina. 'Offseason' remitió a Lovecraft por lo bajo, ofreciendo al respetable una suerte de 'The Wicker Man' descafeinado, mientras 'Violation' dejó a más de un espectador con la boca abierta por su mensaje contundente y violencia quirúrgica.

Arriba, un fotograma de 'Última noche en el Soho'; debajo, fotogramas de 'Mad God' y 'Violation'.
Imagen principal - Arriba, un fotograma de 'Última noche en el Soho'; debajo, fotogramas de 'Mad God' y 'Violation'.
Imagen secundaria 1 - Arriba, un fotograma de 'Última noche en el Soho'; debajo, fotogramas de 'Mad God' y 'Violation'.
Imagen secundaria 2 - Arriba, un fotograma de 'Última noche en el Soho'; debajo, fotogramas de 'Mad God' y 'Violation'.

'The Medium' se hizo larga, el found footage ya cansa, pero 'She Will' cautivó, a quien se dejó, sobremanera. Cuenta con algunas escenas arrebatadoras, aunque la narración se pervierta. 'Earwig', vista ya en San Sebastián, provocó algún ronquido en el patio de butacas, pero no hay que quitar méritos, más bien todo lo contrario, a su capacidad de inquietar al público sin prejuicios, mostrando algunas imágenes cautivadoras. 'The Great Yokai War Guardians', del inefable Takashi Mike, se llevó el premio del público en la sección canalla Midnight X-treme y fue el colofón perfecto, la última sesión, para muchos asistentes al festival en una edición extraordinaria, en todos los sentidos.. Una propuesta entretenidísima, dirigida al público infantil, con algunas ideas visuales y un diseño de arte y vestuario tan alocado como fascinante. Mucho que ver presentado en Sitges en un año atípico que podemos entender como un claro punto y aparte. El terror vuelve a la normalidad.

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