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Scarlett Johansson y Adam Driver, la pareja protagonista de 'Historia de un matrimonio'.
'Historia de un matrimonio': La película con la que Netflix te hará llorar

La película con la que Netflix te hará llorar

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'Historia de un matrimonio', la desgarradora crónica de una ruptura matrimonial, acapara cinco nominaciones a los Globos de Oro y llevará a los Oscar a Scarlett Johansson y Adam Driver

Martes, 10 de diciembre 2019

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Dustin Hoffman y Meryl Streep sufrían un amargo divorcio en 'Kramer contra Kramer' (1979), la crónica del vuelco vital de una pareja con un niño de ocho años que acababa siendo moneda de cambio entre ellos. Aquel filme de Robert Benton conectó con el espíritu de su tiempo y no dejó un ojo seco en la salas. En España, cuya Ley de Divorcio se aprobó en 1981, tuvo más de 3 millones de espectadores. Ganó cinco Oscar, entre ellos el de mejor película, y mandó al paro a un buen puñado de abogados de familia, mostrados como los malos de la película.

Cuarenta años después del estreno de 'Kramer contra Kramer', otra cinta centrada en la devastación que provoca una separación en el proyecto vital de un matrimonio lleva camino de repetir el mismo impacto sociológico, además de acabar con las existencias de clínex. 'Historia de un matrimonio', recién llegada a Netflix tras un fugaz paso por algunas salas de Madrid y Barcelona, acapara el mayor número de nominaciones a los Globos de Oros: mejor drama, actor dramático (Adam Driver), actriz dramática (Scarlett Johansson), actriz de reparto (Laura Dern), guion y banda sonora.

Su director, el estadounidense Noah Baumbauch, sabe de lo que habla. En 2005 dirigió 'Una historia de Brooklyn', una tragicomedia protagonizada por Jeff Daniels en la piel de un cínico escritor que afrontaba su divorcio. En realidad, Baumbauch exorcizaba el de sus propios padres, el novelista Jonathan Baumbach y Georgia Brown, crítica de cine en el 'Village Voice'. El autor de 'Greenberg', 'Frances Ha', 'Mientras seamos jóvenes' y 'The Meyerowitz Stories' ha sido comparado con Woody Allen por dar protagonismo a intelectuales en sus películas, ambientadas en los círculos bohemios y artísticos de Nueva York.

Dos artistas son asimismo los protagonistas de 'Historia de un matrimonio', cuyo título no deja de resultar irónico ya que la cinta arranca en pleno divorcio de los personajes. Adam Driver encarna a un prometedor dramaturgo que se encuentra a punto de dar el salto de las producciones del Off-Broadway a los circuitos establecidos. Un tipo talentoso y obsesionado con su oficio, cuya pasión ha sabido transmitir a su mujer, Scarlett Johansson, una actriz que tuvo un pelotazo hace años en una comedia juvenil en la que enseñaba los pechos y que ha renunciado a las películas y series para trabajar en las obras de su marido.

Él es un neoyorquino de adopción enamorado de la ciudad; ella una chica de la Costa Oeste, hija a su vez de una actriz con la que vuelve decidida a empezar una nueva vida. Él es Broadway, ella es Hollywood. Los dos son buena gente y quieren a su único hijo de ocho años. Hablan de ponerse de acuerdo para la separación, pero en cuanto aparecen los abogados estalla una guerra que los arrastra. Dos divertidos y excesivos Laura Dern y Ray Liotta encarnan a los letrados, capaces de hurgar en sus miserias e intimidades con tal de hacerse con la custodia del chaval y un régimen económico favorable.

Baumbauch ha pasado por la misma experiencia. Su matrimonio con la actriz Jennifer Jason Leigh duró cinco años y la batalla legal se prolongó unos cuantos años más. El realizador, que actualmente vive con la actriz y directora Greta Gerwig, acierta a no dibujar a los protagonistas como buenos y malos. Unas veces nos ponemos del lado de él, aunque le pusiera los cuernos a su mujer con la regidora de su compañía teatral, y otras de parte de ella, aunque su decisión de cambiar una vida en Brooklyn por otra en Los Ángeles nos parezca caprichosa.

'Historia de un matrimonio' carga, pues, a sus protagonistas de razones y faltas y, al contrario de 'Kramer contra Kramer', no utiliza al chaval como elemento melodramático para provocar el llanto. Y es que Baumbauch es un especialista en introducir el humor cuando una secuencia se está poniendo especialmente dolorosa. Valga como ejemplo la visita de una observadora al nuevo hogar del padre, que arranca en clave dramática y termina como una divertidísima farsa con Driver desmayado en el suelo de la cocina. En otra secuencia inolvidable, una virulenta discusión entre la pareja provoca incomodidad en el espectador, como si no tuviéramos que estar viendo el enfrentamiento íntimo entre dos seres rotos en pedazos.

No hay sentimentalismo barato en 'Historia de un matrimonio', ni tampoco estamos ante el desmelene de 'La guerra de los Rose'. Sin embargo es inevitable no acabar bañado en lágrimas al asistir al fin del amor entre dos personas que al inicio del filme escriben una lista con lo que a cada uno le gusta del otro. Ese tono cálido de la escritura de Baumbauch brilla en el retrato de los protagonistas y en el de secundarios como el abogado al que da vida Alan Alda, el único tipo decente en el circo de los juzgados de familia. «El divorcio es como un brazo amputado, duele algo que ya no te pertenece», describe el director. «Si pierdes a un ser querido, basta con hacer el duelo correcto. Pero la persona con la que has convivido es parte de ti mismo y sigue ahí, al otro lado del teléfono».

¿Hay que decir que Adam Driver y Scarlett Johansson nunca han estado mejor? La actriz aparca por fin las películas de superhéroes y hace suya la voz de una mujer que quiere precisamente eso, tener voz propia. Driver, con su 1,90 y ese vozarrón que hay que escuchar en versión original, pone un nudo en la garganta cuando, a la manera de catarsis, canta ante sus amigos en un bar el 'Being Alive' de Stephen Sondheim: «Alguien me obliga a preocuparme/alguien me dejó pasar/siempre estare allí/tan asustado como tú/para ayudarnos a sobrevivir».

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