Secciones
Servicios
Destacamos
Iker Cortés
Jueves, 23 de mayo 2024, 16:20
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Hace nueve años, un septuagenario George Miller revolucionaba el séptimo arte con 'Mad Max: Furia en la carretera'. El responsable de la trilogía original recuperaba la franquicia con la que debutó y lo hacía cediendo su protagonismo a Furiosa (Charlize Theron), una mujer aguerrida e implacable, que al inicio de la cinta desataba una cruenta guerra con Inmortal Joe, al liberar a sus esposas.
Noticia relacionada
Iker Cortés
Pero 'Mad Max: Furia en la carretera' no solo fue una bocanada de aire fresco en el trillado género de la ciencia ficción apocalíptica por la forma en la que Miller plasmó a Furiosa, cambiando las tornas de la icónica saga protagonizada en su día por Mel Gibson, sino también por haber construido algunas de las secuencias de acción más explosivas de la historia del cine. Tras décadas de blockbusters sin alma repletos de secuencias generadas por ordenador, la clave estaba en recuperar el espectáculo evitando, en la medida de lo posible, los efectos especiales digitales y volviendo a unos efectos más artesanales. Persecuciones, abordajes, saltos, choques y explosiones supuraban una verdad incontestable y todo, a un ritmo desbordante, que apenas dejaba respirar al espectador.
Nueve años después llega este viernes, a las salas de cine, 'Furiosa: de la saga Mad Max', una precuela que explica los orígenes del misterioso personaje sin brazo, un rol que en esta ocasión encarna Anya Taylor-Joy ('Gambito de dama'). Y puede que en ese 'explica' esté la clave de una cinta que, pese a las escasas treinta líneas de diálogo que posee la protagonista -no así el resto de personajes, que le dan bastante a la sin hueso-, es bastante más discursiva y justificativa que la entrega a la que precede, perdiendo en parte el músculo y la fuerza que gobernaban 'Mad Max: Furia en la carretera', una cinta con la que es inevitable compararla.
Un texto describe lo que ya sabe el espectador, que el mundo se ha convertido en un infernal y abrasador páramo, que el agua escasea y que el combustible es uno de los bienes más preciados. La cinta comienza presentando a Furiosa cuando tan solo es una niña, jugando con una amiga en un vergel. La paz y la tranquilidad se truncan cuando, a pocos metros de allí, la pequeña ve a un grupo de moteros explorando tan imposible oasis. Intrépida y un tanto temeraria, Furiosa trata de sabotear los vehículos, siguiendo la máxima del clan al que pertenece, que dice que «nadie debe vivir para hablar de este lugar», pero acaban atrapándola. Justo antes de colocarla a lomos de una de las motos, como si fuera un paquete, Furiosa logra pedir auxilio a su tribu, lo que da pie a una persecución tensa y brillante, que ya avanza buena parte de lo que se verá en el largometraje: persecuciones en línea recta por un inmenso desierto, francotiradores, la lucha por los escasos recursos, los bandos a la búsqueda de una vida mejor y un estupendo pulso detrás de la cámara a la hora de describir situaciones de vida o muerte.
Pese a los esfuerzos de su madre por recuperarla, finalmente Furiosa cae en manos de esta horda de motoristas liderada por el Señor de la Guerra Dementus (Chris Hemsworth) que en los primeros compases buscará esa tierra prometida de la que viene la niña. A ellos permanecerá ligada hasta que, arrasando el páramo, el grupo se tope con la Ciudadela presidida por Inmortal Joe. Mientras los dos tiranos luchan por los dominios entre la ciudadela, la ciudad del combustible o el criadero de balas, Furiosa debe sobrevivir a muchas pruebas antes de reunir los medios necesarios para tratar de encontrar el camino de vuelta a casa.
Dividida en cinco partes, la película, con un Miller casi ya octogenario, vuelve a poner sobre la mesa que no todo está dicho en el cine de acción, con secuencias espectaculares, contundentes y muy bien planificadas -más allá de la suculenta introducción, el primer viaje a la fortaleza del combustible o la emboscada en el criadero de balas son contundentes y vibrantes-, que solo palidecen al ser comparadas con las de la fabulosa entrega anterior.
Y es que este es el mayor problema de una cinta, por lo demás, estupenda, porque 'Furiosa: de la saga Mad Max' es 'Mad Max: Furia en la carretera' con menos decibelios, menos vehículos, menos directa -hay algunos diálogos y algunas idas y venidas que se hacen un poco reiterativas- y también menos concisa -esta dura 148 minutos, frente a los 120 de la otra-. Incluso a la hora de usar efectos especiales digitales el cineasta parece haberse desmelenado porque algunas de las secuencias tienen una pátina de irrealidad que juega en contra de la visceralidad que pretende exhibir la propuesta. Lo más curioso es que, lejos de amilanarse, el propio Miller alienta esa comparación, cerrando los créditos finales con algunas de las escenas más brutales de la continuación, lo que lo hace aún más patente.
Y, sin embargo, 'Furiosa: de la saga Mad Max' sigue siendo una buena película, de esas que, sí o sí, deben verse al menos una vez en la gran pantalla. Anya Taylor-Joy y la pequeña Alyla Browne hacen un trabajo fantástico, recogiendo el testigo de Theron, con una Furiosa contenida, que se va curtiendo con el paso de los años hasta convertirse en la guerrillera que es, y Hemsworth está excepcional en el papel de un villano cruel y mezquino, a ratos bocazas, capaz de acabar con los suyos para lograr sus objetivos. El cineasta aprovecha además el metraje para añadir algo de sustancia al universo apocalíptico con la incorporación de otros personajes como el Hombre Historia, un viejo de sabiduría incalculable que acompaña a Dementus y que lleva buena parte de la información que conoce tatuada sobre el cuerpo, o el pretoriano Jack, al que da vida Tom Burke, una suerte de interés amoroso para la protagonista. En definitiva, una gran precuela lastrada solo por su monumental continuación.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.