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Un fotograma de 'Con faldas y a lo loco'.
Películas en Filmin y Amazon | 'Con faldas y a lo loco': una alocada y trepidante comedia de Billy Wilder
Comedias de la A a la Z

'Con faldas y a lo loco': una alocada y trepidante comedia de Billy Wilder

Ambientada en los locos y violentos años veinte significó la primera colaboración entre el director Billy Wilder y su actor fetiche Jack Lemmon

Miércoles, 7 de diciembre 2022, 10:15

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Obra maestra, considerada por muchos como el Instituto Americano del Cine como la mejor comedia de todos los tiempos, dirigida por Billy Wilder en 1959, con Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon, un sensacional juego de falsas identidades. Llena de escenas antológicas, como ese final en el que un Jack Lemmon disfrazado de mujer se va quitando el disfraz mientas dice a su enamorado aquello de «nadie es perfecto». Wilder crea una alocada y trepidante comedia ambientada en los locos y violentos años veinte que significó la primera colaboración entre el director Billy Wilder y su actor fetiche Jack Lemmon. Se puede ver en streaming en Filmin y MGM, y en alquiler en Rakuten TV y Amazon

Todo comienza en Chicago el 14 de febrero de 1929, el famoso día de la matanza del Día de san Valentín con dos tipos que se encuentran el el lugar equivocado el día equivocado. El saxofonista Joe (Tony Curtis), irresponsable, jugador y mujeriego, y el contrabajista Jerry (Jack Lemmon), más apocado y sensato, son dos músicos que tocan en un club nocturno de Chicago durante los años de la ley seca. Alguien denuncia a Pat -Botines- Colombo (George Raft), propietario del local, de vender bebidas alcohólicas. La policía se presenta y procede a la detención de cuantos se hallan en el establecimiento. En medio del caos, Joe y Jerry logran evadirse, pero se han quedado sin trabajo. Después de intentar, sin éxito, integrarse en varias orquestas, los amigos acuden a un garaje para recoger un coche que les ha prestado un conocido. Es el 14 de febrero de 1929, en ese garaje los dos músicos son involuntarios testigos del ajuste de cuentas entre bandas de gángsters rivales en la tristemente célebre matanza del día de San Valentín.

Asustados por las posibles consecuencias de ser los únicos testigos y perseguidos por los gángsters de Botines Colombo, se ven obligados a huir, y conocedores de que su agente está buscando a dos chicas que toquen el saxo y el contrabajo para una orquesta de señoritas, se visten con ropas de mujer y se presentan ante el agente de las chicas como Josephine y Daphne. Con el grupo de chicas viajan en tren hasta Florida, en cuyo trayecto conocen a Sugar Kane (Marilyn Monroe), vocalista de la orquesta, y que además toca el ukelele, de la que ambos quedan prendados aunque ninguno de los dos puede desvelar su secreto. Sin embargo, ya en Miami, Joe pronto asumirá un doble rol, ya que finge ser un magnate pretrolífero para conquistar a Sugar, mientras que Jerry es perseguido por un millonario de verdad, Osgaood Fielding III (Joe E. Brown), que quiere casarse con él creyéndose que es, en realidad, una mujer. Osgood invita a Daphne a una cena con champagne en su yate. Joe convence a Jerry para que, como Daphne, mantenenga ocupado a Osgood en tierra mientras Junior lleva a Sugar al yate como si fuera suyo. Una vez allí, Junior explica a Sugar que es impotente como resultado de un trauma psicológico, pero que se casaría con cualquiera que pudiera solucionar su problema. Sugar intenta obtener algún tipo de respuesta sexual de Junior, y a lo largo de la noche comienza a conseguirlo. Mientras tanto, Daphne y Osgood bailan hasta el alba. Cuando Joe y Jerry se encuentran de nuevo en el hotel, Jerry explica que Osgood le ha propuesto matrimonio a Daphne y que él, o sea, ella, ha aceptado, previendo un divorcio inmediato y una sustanciosa compensación en cuanto se desvele el engaño, pero Joe le convence de que no puede casarse con Osgood. La presencia de Botines Colombo y sus gángsters en el mismo hotel de Miami, para asistir a un encuentro de los «amigos de la ópera italiana», en el que se aloja y actúa la orquesta, vendrá a complicar las cosas.

Perfecto engranaje para situar las peripecias de la travestida pareja dentro de un sinfín de situaciones desternillantes, hilvanando con maestría una escena detrás de otra, donde Wilder ofrece una lección de agilidad narrativa mostrando una humorística visión de la época de finales de los felices años veinte, dotada siempre de referencias, ya sean políticas, como la ley seca, ya sean culturales, como citas a los ídolos del cine mudo Rodolfo Valentino y Ramón Novarro o al cantante Rudy Vallee y presentando una maligna visión del hombre desde el punto de vista femenino, todo ello a ritmo de foxtrop. Wilder llevó a cabo una inteligente parodia de un tipo de cine que tanta popularidad alcanzara durante los años treinta, valiéndose para ello de la presencia de uno de los intérpretes más emblemáticos del género de gánsters, George Raft, memorable en el papel de Botines Colombo.

Momentos inolvidables

Además, contiene momentos inolvidables en el que sobran los diálogos, como aquel que en la playa, el multimillonario Joe (Tony Curtis) indica a Sugar que colecciona conchas, como indirecta para insinuar que es el propietario de la Shell, cuyo logotipo es una concha marina. O ese final, uno de los grandes finales cinematográficos en el que, a bordo de una lancha, Joe le dice a Sugar que él no es lo que ella merece, pero ella le quiere de todas formas. En la proa de la lancha Jerry, aun vestido como Daphne, le da a Osgood una serie de razones por las que no puede casarse con él, desde su imposiblidad de tener hijos, a ser un fumador empedernido o a tener un oscuro pasado con un saxofonista, que Osgood las rechaza una tras otra; ama a Daphne y está decidido a casarse con ella. Sin más opciones, Jerry se quita su peluca de Daphne y, con voz masculina, grita: «Soy un hombre», a lo que Osgood responde, «Bueno, nadie es perfecto». En 1989, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.

Un fotograma de la película.

Esta divertidísima comedia en permanente estado de gracia en realidad la versión estadounidense de la película francesa 'Fanfare d'amour' (1935) con guion de Peter Thoeren y Michael Logan, adaptada para la ocasión por el propio Wilder y I.A.L. Diamond en el que era su primer trabajo con con Wilder, que, desde ese momento, se convertirá en uno de sus guionistas de cabecera. Sin embargo su rodaje fue muy complicado.

La película comenzó su preproducción en abril de 1958 cuando la United Artists, productora del filme, contratá Marilyn Monroe por 300.000 dólares para interpretar a Sugar Kane, a los que se añadía una participación en los beneficios del filme. Billy Wilder se convertía en el único director de cine que trabajaba por segunda vez con la Monroe. Su anterior película juntos, 'La tentación vive arriba' (1955), había acabado con los nervios de Wilder y con el matrimonio de Marilyn. El personaje de Joe estaba destinado en un principio a Frank Sinatra, que lo desestimó porque no se veía en el personaje y también porque era muy amigo de Joe DiMaggio, el anterior marido de la actriz, siendo Tony Curtis la segunda opción, por el que cobró 100.000 dólares, sin saber aún cual de los dos protagonistas masculinos debería interpretar, la misma cantidad que se embolsó Jack Lemmon. Con el reparto cerrado Wilder e I.A.L. Diamond comienzan a escribir el guion a partir del de 'Fanfare d'amour', y adaptando los diálogos a las personalidades de Curtis y Lemmon.

Problemas en el rodaje

Los problemas se iniciaron ya el primer día de rodaje: Llegó tarde y se negó a rodar en blanco y negro. Tampoco había adelgazado los 10 kilos que le había pedido Wilder. El día transcurrió entre discusiones de la actriz con Wilder y con los productores, que consiguieron convencerla asegurándole que el color perjudicaba gravemente el maquillaje de Curtis y Lemmon vestidos de mujer. Sin embargo no transigió en lo de adelgazar, lo que a la postre ayudó a la película ya que MM aparecía 'embutida' en los vestidos que Orry Kelly creó exclusivamente para ella de alguna talla menos, pareciendo que iban a estallar en cualquier momento.

Marilyn llegaba al plató todos los días tarde. Exigía decenas de repeticiones de cada toma. A veces lloraba después de alguna de ellas, y hacía falta maquillarla de nuevo. Olvidaba tan escandalosamente sus líneas que fueron necesarias más de 50 tomas para conseguir que dijese: «¿Dónde está el bourbon?». Bebía constantemente vermut que su asistenta le llevaba en un termo de café. Una vez se ausentó del rodaje 12 días con un costo de 200.000 dólares para la productora, aparte de los 300.000 que había cobrado por su actuación. Curtis y Lemmon se pasaban el día esperando, metidos en sus pesados vestuarios y caminando con tacones, lo que odiaban. Curtis se desesperaba cuando tuvo que repetir casi 70 veces el comer un trozo de pollo, porque Marilyn siempre se equivocaba, y llegando a afirmar que besarla era como besar a Hitler.

Para colmo, la actriz se quedó embarazada durante el rodaje. Casada ya con Arthur Miller, éste exigió que se le redujeran las horas de trabajo. Wilder le contestó: «Si nunca aparece antes de las doce. ¡Arthur, tráemela a las nueve y podrás llevártela a las once y media!». Finalmente, Wilder hizo escribir en tarjetones los diálogos de Marilyn y los pegó en atriles ocultos por el plató para que ella no los olvidase. El accidentado rodaje terminó un 6 de noviembre. Marilyn desapareció de los platós inmediatamente. Para que ella no tuviese que trabajar, hizo falta montar las fotos publicitarias de la película utilizando el cuerpo de otra actriz superponiéndole la cara de Marilyn. De todos modos, a mediados de diciembre la Monroe sufrió un aborto, que lo atribuyó a las fatigas del rodaje. Dijo que 'Con faldas y a lo loco' le había costado su bebé. Fue entonces cuando Wilder no se calló: «Sólo después de un tiempo he conseguido mirar a mi esposa sin querer pegarle por ser mujer», aseguró, y ante la pregunta de si volvería a trabajar con la actriz, respondió: «He hablado de esa posibilidad con mi médico y mi psiquiatra, y me dicen que soy demasiado viejo y demasiado rico para pasar otra vez por eso».

De la película se hicieron diferentes pases previos con público para testar a los espectadores, porque los productores aseguraban que una película que comenzaba con una matanza, era enemiga de cualquier comedia. Y de hecho en uno de esos pases, solo se rió un único espectador. Sin embargo tras su estreno (el 19 de marzo de 1959), la película recaudó ocho millones de dólares en su primer fin de semana de exhibición, y estuvo nominada a los Oscar de Mejor Director, Mejor Actor Principal (Jack Lemmon), Mejor Guion Adaptado, Mejor Dirección Artística, Mejor Fotografía en blanco y negro y Mejor Diseño de Vestuario, logrando la estatuilla solamente por este última categoría. En España se intentó estrenar en los primeros años 60 (en muchas webs se cita el supuesto estreno de entonces), pero fue prohibida por la censura que la consideraba 'una película de maricones'. No fue autorizada hasta después de la muerte de Franco.

De esta película surgió años después 'Sugar', un musical de Broadway que se estrenó en 1972 en el Majestic Theatre con guion del propio I.A.L. Diamond; tuvo 505 funciones, con Robert Morse, Tony Roberts y Elaine Joyce al frente del elenco. En español, se presentó en Buenos Aires con Susana Giménez y Ricardo Darín, y en Colombia con María Cecilia Botero, Luis Eduardo Arango y Bruno Diaz; también se presentó en México con Enrique Guzmán, Héctor Bonilla y Sylvia Pasquel. En España 'Sugar' se estrenó en catalán en el Teatro Gaudí de Barcelona en diciembre de 2015.

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