Dos encantadores viajes a la Luna

Protagonizada por Margaret Rutherford, Bernard Cribbins, Ron Moody, David Kossoff, June Ritchie, Terry-Thomas y Roddy McMillan. Segundo largometraje del británico Richard Lester (fue realizado por este director británico inmediatamente antes de '¡Qué noche la de aquel día!', que significó su consagración mundial) que, dentro de los límites habituales de las series B de ciencia ficción -que prosigue la línea creada por Jack Arnold en 'Un golpe de suerte', de la que se puede ver como una secuela- en torno a un imaginario y minúsculo país centro europeo. En el filme los gobernantes del lugar deciden mandar un hombre a la luna para a la vez que llaman la atención, poder competir con rusos y norteamericanos.

Ante la pérdida de la cosecha de vino del minúsculo ducado centro europeo del Gran Fenwick, pequeño como un ratón, el primer ministro piensa en solucionar la crisis pidiendo un préstamo a los americanos para la investigación espacial y poder enviar un hombre a la Luna. Los rusos, que no quieren quedarse atrás y que apuestan por la internacionalización del espacio, también envían ayuda. Se descubre que el mejor combustible para llegar a la luna es el vino local. En realidad, lo que pretende el primer ministro no es llegar a la estratosfera sino arreglar las cañerías de su cuarto de baño y poder tener agua caliente, pero tanto americanos como rusos aceptan el reto. Así, mientras el hijo del primer ministro sueña con ser astronauta de mayor, el hijo del líder de la oposición sueña con monstruos. Contra todo pronóstico el cohete del Gran Fenwick despega hacia la Luna.

Una película cuya modestia de medios la hace grande, con una fotografía en color que resulta encantadora. Lester lleva el típico humor británico al mundo de la fantasía y se rodea de los mejores actores ingleses del momento, con un trabajo sobresaliente de Margareth Rutherford. Basada en un libro de Leonard Wibberley, sigue resultando encantadora. La película se estrenó en España el 13 de enero de 1964.

Protagonizada por Edward Judd, Martha Hyer, Lionel Jeffries, Miles Malleson, Norman Bird y Gladys Henson. Adaptación muy libre de la novela de H.G. Wells 'El primer hombre en la Luna', con tono de aventuras fantásticas, que se desarrolla en un largo flash back durante la era victoriana. .

El mundo está encantado cuando una nave espacial estadounidense tripulada aterriza en la Luna, piensan que por primera vez. Pero el deleite se convierte en sorpresa cuando los astronautas descubren una antigua bandera británica y un documento que declara que La luna fue tomada por 65 años antes en nombre de la reina Victoria, lo que demuestra que los recién llegados no fueron los primeros hombres en pisar la Luna. En la Tierra, un equipo de investigación encuentra al último superviviente miembro de la aquella tripulación victoriana, un ahora anciano Arnold Bedford (Edward Judd), que les cuenta la historia de cómo él y su novia, Katherine Callender (Martha Hyer), se encuentran con un inventor, Joseph Cavor (Lionel Jeffries), en 1899. Cavor ha inventado Cavorita, una pasta que permitirá que cualquier cosa desvíe la gravedad y creó una esfera que los llevará a la luna. Tomando a Arnold y accidentalmente a Katherine, viajan a la Luna donde, son atacados por los selenitas, unas criaturas extrañas mitad hombre, mitad hormiga, que viven en enormes cavernas de cristal, y Cavor consigue comunicarse con ellos, deseoso de encontrar al gran Lunar, jefe de los selenitas y compartir sus investigaciones científicas. Arnold y Kate logran regresar a la Tierra, dejando a Cavor en la Luna.

Una película naif de ciencia ficción sorprendente sobre extraterrestres, con criaturas y efectos creados por el gran Ray Harryhausen, el mago de los efectos especiales, auténtico protagonista del filme. El director es Nathan Huran –que también hizo con Harryhausen 'Simbad y la princesa'– que le da un tono humorístico a la historia, que la hace perdurable. Su estreno en España tuvo lugar el 21 de agosto de 1967. Dos años después el hombre pisaba la Luna y la ciencia ficción ampliaba sus horizontes hasta más allá del sistema solar.

Conviene tener en cuenta 'Una mujer en la Luna', de Fritz Lang (1929), disponible en Filmin, la surrealista 'Las mujeres gato de la Luna' de Arthur Hilton (1953) y 'Con destino la Luna', de Irwin Pitchel (1950). Estas dos últimas no se encuentran en ninguna plataforma.