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Aunque parezca mentira, ya han pasado 25 años desde que Will Smith y Martin Lawrence unieran acción y comedia en 'Dos policías rebeldes'. Michael Bay dirigió el salto al blockbuster del popular protagonista de 'El príncipe de Bel Air' en una buddy movie o película de colegas que intercambiaba las personalidades de sus protagonistas: el poli mujeriego se hacía pasar por un tranquilo padre de familia y viceversa. Sin Bay ya tras las cámaras pero con Jerry Bruckheimer en la producción, esta tercera entrega muestra a los protagonistas en plena crisis de los 40 y salta de Miami a México con colorista desparpajo y violencia cool. El filme está inundado de música, de hip-hop a reguetón, y complacerá a los fans del carismático Smith.
Fabrice Luchini encarna al alcalde socialista de Lyon, sumido en un vacío existencial tras treinta años de carrera. La solución: contratar a una joven filósofa (Anaïs Demoustier) de personalidad opuesta a la suya. Nicolas Pariser dirige una sátira que pone de vuelta y media la política municipal y que, entre risas, alerta sobre el rumbo que están tomando las cosas en Europa: «Mi película habla de la crisis de la democracia, del final de un ciclo. Estamos en un momento muy peligroso de nuestra historia», advierte el director.
Cuando un jefe de bomberos (John Cena) y su equipo de élite (Keegan-Michael Key, John Leguizamo y Tyler Mane) llegan a un incendio en medio del bosque y rescatan a tres hermanos, se dan cuenta rápidamente de que ningún entrenamiento podría prepararlos para su trabajo más extenuante hasta la fecha: hacer de niñeros. Perros, críos revoltosos y John Cena, exestrella de la lucha de libre reconvertido en actor, en una comedia para toda la familia.
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