¿Vuelven las salas?

Al final Villeneuve se salió con la suya. Eso sí, habrá que ver cómo resulta el experimento en taquilla, pues también Christopher Nolan se empeñó en que su última película, 'Tenet', se reservase para las salas de cine y el batacazo en recaudación fue monumental. Claro que, viendo 'Tenet' (dos veces, para más inri), se entiende todo un poco mejor.

Lo cierto es que ahora las productoras y distribuidoras empiezan a sacar del cajón películas hechas antes incluso de la pandemia y que quedaron archivadas a ver si venían tiempos mejores. Quizás el récord de hibernación se lo lleva la última entrega de James Bond, que atesora más de un año de continuos retrasos en el estreno y todo ello a expensas de que una nueva variante del coronavirus no condene de nuevo al hombre con licencia para matar a otro retiro espiritual.

Es en todo caso loable el intento de recuperar esa normalidad en el consumo de cine y que haya cineastas, como Villeneuve, que no se resisten a dar por muerta la exhibición en pantalla gigante. Y que conciben sus películas para ese formato y esa forma de disfrutarlo. Después, como admite el director, si alguien opta por ver la película en el teléfono móvil, pues es su decisión y hay que aceptarla, pero evidentemente se pierden matices. Para entendernos: es como renunciar a ver 'Las Meninas' de Velázquez en el Museo del Prado porque en internet se puede contemplar una reproducción, se puede incluso imprimir y quien quiera hasta se puede tatuar en el bíceps femoral la cara de la Maribárbola. ¿Es lo mismo? No, pero también es incuestionable que empieza a ser mayoría una generación -y varias- para las que esa forma de consumo es más que satisfactoria. Es más, incluso les da pereza ir al cine, entrar en un museo, comprar un libro de papel, asistir en directo a una representación teatral... para ellos todo está en algún formato digital y siempre habrá una pantalla para verlo. Ahora se entiende por qué se avecina una cuarta entrega de 'Matrix'...