Vender humo
Desde mi sofá. ·
Los partidos no saben cómo acabar con el lastre de la Administración, por eso optan por lo fácil, por vender promesas que no se cumpliránEste año nos toca una primavera de promesas. La mayoría se las llevará el viento. Y ante muchas de las que se ejecutarán, no nos ... quedará otra que resignarnos. Estamos en precampaña electoral. En los inicios de esta etapa previa al paso por las urnas de finales de mayo y el torrente de proyectos, ideas, supuestas planificaciones y soluciones para problemas graves y enquistados no paran de aparecer.
Lo cierto es que hasta el momento no he escuchado ninguna creíble. Todos son buenas intenciones, eslóganes fáciles y apuestas que en vez de solventar las carencias seguramente las dispararán.
Hasta el momento, en el arranque electoral se ve mucha improvisación, poca o nula planificación y reflexión previa. Los partidos no paran de reunirse con sectores culturales, empresariales, sociales, vecinales, industriales, agrícolas, hoteleros... Y por el momento todo son promesas, la mayoría surgen en el marco de esos mismos encuentros, y a nadie se ele escapa que de esas improvisaciones es muy difícil que salga algo bueno y duradero. Los experimentos están bien para los laboratorios pero fuera de los mismos lo que se requiere es capacidad de gestión y la puesta en marcha de muchas ideas y planes que duermen el sueño de los justos en los cajones. Lo hacen, fundamentalmente, porque en su momento se toparon con la Administración, ese monstruo que todo lo retrasa, paraliza o fulmina. Hasta ahora no he escuchado ninguna idea o plan efectivo a corto plazo de las fuerzas políticas que aspiran a gobernar para acabar con este lastre. Imagino no saben cómo hacerlo y optan por lo fácil, por vender humo.
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