Una de sondeos
Cuando faltan apenas dos meses para la celebración de las elecciones generales del 28A los sondeos adquieren más relevancia. Varios de los publicados en las fechas más recientes, como los de GAD 3 para La Vanguardia y GESOP para El Periódico del pasado fin de semana, o el de este lunes de Metroscopia para CANARIAS7, muestran algunas coincidencias -el PSOE aparece destacado en ambos como primero en votos y escaños, así como el retroceso de Unidos Podemos- y contradicciones, especialmente sobre cómo se distribuyen los apoyos entre las derechas y el papel más o menos relevante de la ultraderecha en ese bloque. Y confirman las dificultades que pueden plantearse para formar gobierno.
Estos sondeos, al igual que el del casi siempre cuestionado CIS, sitúan a los de Pedro Sánchez primeros en votos y en escaños. Con relación a los difundidos por La Vanguardia, El Periódico y CANARIAS7 no hay demasiadas diferencias en lo que se pronostica a los socialistas: 119 le da GAD3 y una horquilla entre 115 y 117 GESOP. Metroscopia no ofrece distribución de escaños, pero sí un porcentaje del 27,6%, frente al 27,4% y 28,2% de los otros sondeos. Ligeramente por debajo de lo que planteaba el CIS en su último barómetro de enero (29,9%). Y, por supuesto, muy alejado de la mayoría absoluta que, tras el fin del bipartidismo, ya forma parte del pasado. El PSOE parece que recupera buena parte de los votantes que se le marcharon a UP en las generales de 2015 y de 2016. Y capta también de un Ciudadanos cada vez más derechizado.
Haber gobernado apenas ocho meses, y haber insistido en las políticas sociales, parece haberle sentado bien al PSOE, que incrementaría votos y escaños con relación a los 84 de 2016 y se despegaría claramente del competidor de izquierdas, Unidos Podemos, que tanto se le acercó en aquella contienda electoral, donde apenas les separaron poco más de una docena de escaños.
Tampoco parecen ofrecer dudas los estudios demoscópicos sobre quien ocuparía la segunda plaza en los comicios generales. Ambas encuestas aseguran que será el PP. Pero es cierto que ofrecen datos bien diferentes. GAD3 plantea que los de Pablo Casado llegarán a los 97 escaños, escasamente distanciados del PSOE, y con un 23,6% de las papeletas. Mientras que GESOP reduce sustancialmente las expectativas de los populares, a los que da una banda entre 75 y 77 actas en el Congreso de los Diputados, con un 19,9%, y Metroscopia les otorga el 20,5%. En todo caso, mejores perspectivas que en el barómetro del CIS (14,9%).
Los populares perderían entre 40 y 60 escaños respecto a cuando Rajoy los lideró en 2016, situación de la que se benefician tanto Ciudadanos como la formación de ultraderecha que irrumpiría en el Congreso. No parece que el liderazgo crispado y extremo de Casado haya evitado que continué la fuga de votos hacia otras formaciones políticas de la derecha.
‘’Sorpasso’. El otro lugar en el podio parece reservado a Ciudadanos. La empresa demoscópica que realiza el estudio para La Vanguardia le atribuye a los de Albert Rivera 60 escaños (17,1% de apoyos). Pero la de CANARIAS7 reduce el porcentaje al 15,4%, y aún menos le da El Periódico (14,5% y 44-47 escaños) y seguidos muy de cerca por Vox (13%). En el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que no atribuía escaños, su porcentaje (17,7%) era muy similar al que le otorga GAD3.
La derechización de Ciudadanos en el período reciente, superadas ya sus veleidades socialdemócratas del pasado, su explotación permanente del conflicto territorial en Cataluña, parece que no le ha servido para dar el sorpasso al PP como insistían en pronosticar algunas encuestas hace un año (tendencia que se quebró tras la moción de censura a Rajoy y la llegada de Sánchez a La Moncloa); y, al igual que a los populares, la extrema derecha -a la que voluntariamente o no han promocionado tanto Rivera como Casado con su acuerdo de gobierno en Andalucía y su presencia conjunta en las manifestaciones contra el Gobierno- les quita base electoral.
Unidos Podemos sufre un importante retroceso, pudiendo perder casi la mitad de los que logró en las elecciones de 2016. Se movería entre los 32 escaños que le da La Vanguardia a los 36-39 de El Periódico. En este último sondeo quedan situados como quinta fuerza estatal, por detrás del PSOE, PP, Cs y Vox. La horquilla de votos va del 12,4% de GAD3 al 15,4% del CIS. Metroscopia lo deja en un 13,8%.
En todo caso, muy lejos del 21,1% que consiguió en las urnas en 2016. En el mejor de los pronósticos perderían el 27% de las papeletas de la última cita con las urnas; en el peor, la hemorragia sería del 41% de los votos. Traducido a Canarias, y tomando el dato más favorable, perderían el segundo escaño por Las Palmas y mantendrían apuradamente el de Santa Cruz de Tenerife.
Y, por último, Vox entraría en el Congreso. De manera muy distinta, según las encuestadoras. 16 escaños según GAD3. Y 43-46, casi empatado con Ciudadanos, para GESOP, con un 13%, parecido a lo que pronostica Metroscopia (12,7%). Como sucediera con Podemos en las elecciones europeas de 2014 y en las generales de 2015 resulta mucho más complicado medir con certeza a las formaciones emergentes. Lo que no cabe duda es que España se homologa a lo que ha venido sucediendo con anterioridad en Francia, Alemania o Países Bajos, y tendrá una formación de extrema derecha en el Congreso de los Diputados, confirmando lo sucedido hace unos meses en Andalucía.
Bloques. El bloque estatalista de derechas (PP, Ciudadanos y Vox) supera al de izquierdas (PSOE y Unidos Podemos) en porcentaje y en escaños, pero parece muy difícil que alcance los 176 que garantizan la mayoría absoluta. Los nacionalistas, que conjuntamente obtendrían unos 25-30 escaños volverían a ser muy relevantes. Y el neocentralismo de las derechas no augura posibilidades de entendimiento ni incluso con la versión más propicia al PP, la actual Coalición Canaria, que tendría dificultades para pactar con partidos que quieren eliminar las autonomías. De conseguir representación, tanto CC como Nueva Canarias podrían ser muy importantes para la investidura del presidente y, asimismo, para la estabilidad del nuevo Ejecutivo.