Tres apuntes para empezar la semana
Del director ·
El alcalde de la capital grancanaria se encontró la pasada semana con un rapapolvo
Foto en Madrid. El presidente Torres y el consejero Franquis andan hoy por Madrid para firmar el protocolo con el Gobierno central que hará posible la bonificación al transporte público por carretera. Queda lejos del 100% que se reclamaba y no parece que los cabildos estén por la labor de rascarse el bolsillo, ni siquiera los gobernados por los socialistas. La escenificación de la rúbrica de hoy está orientada a dejar constancia de que se mantiene la sintonía entre los dos gobiernos, pues para eso tienen en común al PSOE. Otra cosa es que entre los socialistas canarios ya se abre la duda sobre si les beneficia o les perjudica tanta foto con ministros, y especialmente con Pedro Sánchez. Es, de hecho, una duda metódica que ya existe en toda la estructura territorial del PSOE a la vista de las encuestas nacionales.
Reproches en público al alcalde Hidalgo. El alcalde de la capital grancanaria se encontró la pasada semana con un rapapolvo vecinal en toda regla en su visita a la Vega de San José. El vídeo se ha hecho viral y en él se ve cómo un dirigente vecinal le echa en cara el abandono del barrio. Y el primer edil, en lo que quizás fue un error, entró al trapo, tratando de rebatir las críticas, cuando era evidente que sus intentos eran inútiles. Daba igual lo que dijera porque el vecino estaba convencido de sus argumentos y no iba a ceder en ellos. No es la primera vez que el alcalde se encuentra con una situación de ese tipo: pasó algo similar hace unos meses en Tafira, entonces a cuenta de episodios de inseguridad en la zona. Ojalá no sea el denominador común en lo que resta hasta la campaña electoral de mayo de 2023 pero es innegable que hay una polarización política que deviene en un estado de cabreo generalizado. A eso se añade que los equipos que rodean a los gobernantes deberían reflexionar sobre la utilidad de visitas y otras acciones que son claramente preelectorales y, por tanto, perfectamente prescindibles.
El futuro de Podemos. El divorcio entre Podemos y Javier Doreste era público y notorio; es más, quizás lo correcto sería subrayar que nunca fue un matrimonio político. Lo preocupante para el partido morado es que son muchas las fugas, las fracturas y los desencuentros, máxime si tenemos en cuenta que los estudios demoscópicos no pintan bien y que en Andalucía, en Castilla y León y en Madrid ya se vio el alto precio que se paga con esas divisiones. Podemos debería hacérselo mirar.
