23J, ¿y ahora qué?
Los resultados de ayer dejan un escenario abierto en el que formar Gobierno no será fácil. PP y PSOE deberían escuchar a las urnas y sentarse para lograr un acuerdo. Hacer todo lo posible para evitar ir a unas nuevas elecciones
Noche de infarto y de sorpresas. De nuevo, el Manual de Resistencia de Pedro Sánchez se impuso para demostrar que lo imposible es factible y ... que nunca se puede dar nada por perdido. Hasta ayer por la noche nadie, salvo Pedro Sánchez, daba un duro por el PSOE y todo apuntaba a que el PP iba a barrer. Alberto Núñez Feijoó se iba a convertir en el nuevo presidente del Gobierno de España mientras que el 'sanchismo' moría. Pues nada, de nada. Pedro Sánchez fue quien ganó ayer las elecciones de España porque, aunque no fue la fuerza más votada (fue la segunda) supo mantenerse y no se pegó el 'batacazo' que se esperaba. Muy al contrario, resistió. Mantuvo los resultados de 2019 e incluso logró ganar 2 escaños (consiguió 122). Fiesta improvisada por todo lo alto. No había nada organizado pero sobre la marcha se activó la música al grito 'Yo también soy perro/a sánchez'. El líder reforzado.
Feijoó, por su parte, y el Partido Popular tienen que hacer autocrítica para saber qué ha ocurrido. Sus resultados fueron buenos -se convirtió en primera fuerza política- pero estuvieron muy por debajo de lo que se esperaba. Consiguieron 136 escaños, 47 más, pero no lograron alcanzar los 150 previstos y se situaron lejos de la mayoría absoluta -176-. Génova celebró fiesta porque ganó las elecciones y había que 'vender' ese mensaje pero la realidad es que había poco que festejar. La música también logró acallar a los simpatizantes que se congregaron a primera hora para clamar por Ayuso. Aclamación que pudo escucharse en la intervención de Feijoó. ¿Viene un cambio de ciclo en el PP? Era ayer la pregunta en el aire. Victoria amarga para los populares.
Desde luego el que tiene que hacérselo mirar es Vox y Santiago Abascal, que pierde 19 escaños. Batacazo en toda regla. Al final el miedo a unas propuestas que niegan la violencia de género y ven en el multiculturalismo el origen de todos los males de la sociedad española no han calado. Triunfo para la sociedad española que en estas elecciones ha optado por el centrismo. España ha demostrado que aunque la ultraderecha está presente y es la opción para algo más de tres millones de personas no avanza como en otros países europeos. 'Spain es different' , una vez más y para bien. Su rechazo ayer a que compañeros de algunos medios de comunicación, como El País, accediera a su sede y que obligó a la Junta Electoral Central a intervenir puso en evidencia una vez más su dudoso talante democrático.
Los españoles y los canarios se han inclinado por el voto útil y, aunque con escaso margen para poder formar gobierno, se han inclinado por mayoría por PP o PSOE, lo que refuerza de nuevo un bipartidismo que en los últimos procesos electorales se había visto muy debilitado. Ese bipartidismo reforzado -en Canarias PP y PSOE sumaron doce escaños (seis cada uno) de un total de 15- también jugó en contra de Sumar, que obtuvo menos diputados que la alianza de Unidas Podemos, Más País y Compromís en 2019. Es la cuarta fuerza pero la gran esperanza que era para muchos Yolanda se descafeinó.
Coalición Canaria, por su parte, logró mantener su voz en Madrid pero los tres diputados que esperaba se quedaron en uno por la provincia de Santa Cruz de Tenerife, en parte beneficiado porque Vox no pudo presentar candidatura. Así que tampoco es para tirar cohetes sobre todo después de una campaña intensa en la que han estado presentes cada día en los medios de comunicación. No serán decisivos ni van a jugar un papel clave aunque aspiren a ello. Los nacionalistas deben, sin duda, replantearse su coalición con Nueva Canarias para los próximos comicios. Juntos pueden lograr mucho más: 45.500 votos de canarios se fueron ayer a la basura porque NC por sí solo no pudo llegar a un escaño. Desde luego, si lo que se busca es defender los intereses de Canarias en Madrid los partidos nacionalistas tienen que unirse. Analizado el patio ahora viene la gran pregunta con la que hoy amanecemos todos los españoles: ¿Quién va a gobernar los próximos cuatro años?
Difícil saberlo. Escenario muy complejo. Al PP no le salen las cuentas con Vox. Suman 169 diputados, lejos delos 176 necesarios. El PSOE tampoco. No suma con sus socios de gobierno en los últimos cuatro años: ERC,Bildu, PNV y BNG. Necesitaría a Junts para lograr la mayoría absoluta, que ya advirtió ayer que su apoyo no será gratuito. ¿Se enfrenta España a unas nuevas elecciones en unos meses? Otra pregunta que desde ayer por la noche flota en el aire. Sería lamentable que de nuevo los grandes partidos de España -PP y PSOE- no sean capaces de llegar a un acuerdo para la gobernabilidad de este país; que no se den cuenta de que, con los resultados de ayer, lo que los españoles quieren y desean es que los dos grandes partidos lleguen a entendimiento y se alineen para formar un gobierno de centro, moderado y fuerte para enfrentar los próximos cuatro años, en los que en lo económico vienen curvas. España se enfrenta a enormes retos, entre ellos reducir la deuda con una financiación mucho más cara y sin el respaldo del Banco Central Europeo (BCE). El cheque en blanco que nos ha dado Bruselas estos últimos cuatro años se acabó. Vuelve la austeridad y no se podrá enfrentar con un gobierno sujeto a chantajes. ¿Debería hacer un esfuerzo el PSOE y apoyar la lista más votada? Yo sinceramente creo que sí. Los españoles han hablado. ¿Dirá algo de esto el Manual de Resistencia? Solo Pedro Sánchez lo sabe.
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