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La subida de los tipos de interés por el BCE hasta el 2,5% ha incrementado el precio del dinero en la eurozona. El efecto más negativo ha sido la repercusión en el euríbor, la referencia que se usa para el cálculo en los préstamos hipotecarios y que roza ya el 3%. Pero es también el momento de premiar el ahorro con parte de la rentabilidad de la que durante años ha carecido. El problema es que la mayoría de la banca no está trasladando la subida de tipos a los depósitos y cuentas de sus clientes, mientras sí lo hace a las hipotecas.
Según datos de Eurostat, la banca española está ofreciendo hasta un 70% menos de rentabilidad a sus depositantes que la media de la zona euro. Esta situación explica que muchos ahorradores se hayan volcado en la deuda pública buscando algo de rentabilidad a su capital. Los expertos consideran que las Letras del Tesoro es ahora la mejor herramienta de inversión con rentabilidad de un 3% a doce meses mientras los depósitos en la banca rondan el 0,70%.
La banca comercial debe hacer frente al compromiso con sus clientes de incrementar la escasa rentabilidad de sus productos tradicionales, para que al menoscabo de años por el dinero barato no se sume ahora el impacto de la inflación.
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