Los aficionados a la UD Las Palmas están difrutando de una temporada de ensueño. El equipo responde con un fútbol llamativo y los resultados acompañan. En el Estadio de Gran Canaria se ha generado un ambiente festivo que ha ido acompañado con una masa social histórica, unido a la incorporación de muchos jóvenes que tras el ascenso se han subido a la ola de la ilusión. Todo este cúmulo de circunstancias, tras años de zozobra, ha provocado que cada vez que la UD juega en casa una media de 25.000 personas se acerquen a Siete Palmas y muchos de ellos tienen incluso el reto de poder acudir a lo largo de la temporada a alguna ciudad de España junto a su equipillo del alma.
Pero últimamente se han generado situaciones que han provocado mucho malestar. LaLiga, el ente que dice organizar la mejor competición de clubes del mundo, sigue cojeando y aún no se ha dado cuenta dónde se encuentra Gran Canaria y lo que supone en cuanto a planificación poder cuadrar todo para poder ver al equipo de tus amores. Este fin de semana llega a Gran Canaria el Real Madrid. Un acontecimiento. El partido estaba programado para el domingo a las 17.30 horas, pero con el baile de partidos pendientes por la Supercopa y por las eliminatorias de Copa del Rey, el pasado viernes se modificó el día y el horario del enfrentamiento entre grancanarios y madrileños.
Gente de otras islas, de la Península, del extranjero e incluso muchos niños y niñas que ven cómo el sábado a esa hora tienen que disputar sus partidos de competición local a la misma hora de una UD Las Palmas-Real Madrid han visto frustrado sus sueños. A LaLiga esto le da absolutamente igual. Pero es que ahora, a poco más de una semana vista, el Granada-UD Las Palmas también ha visto cómo ha pasado del domingo al sábado.
LaLiga debe respetar a los aficionados. La UD Las Palmas tiene que tener una consideración especial. LaLiga solo programa horarios y días de los partidos con tan solo tres semanas de antelación, y para los que viven en islas -UD Las Palmas y Real Mallorca- esa programación para poder acudir a algún partido de su club es muy limitada. Si a esto se le suma estas variaciones de última hora que echan por el traste la ilusión de muchos aficionados, la cosa va de mal en peor. Para ser una competición potente hay que tener en cuenta a los que sostienen este circo y estas semanas muchos aficionados de la UD se han visto vilipendiados por una competición que debe pulir muchos detalles.
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