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EFE
Desprecio e insolidaridad con Canarias
Tribuna libre

Desprecio e insolidaridad con Canarias

Paulino Rivero

Expresidente del Gobierno de Canarias

Sábado, 3 de agosto 2024, 22:47

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Ante el desprecio y abandono con que el Gobierno de España viene tratando a Canarias, apuntábamos la semana pasada que las dependencias de la Administración General del Estado pueden ser lugares dignos para albergar a los menores no acompañados llegados a las Islas, que hoy desbordan la capacidad de los más de ochenta centros de acogida habilitados por el Gobierno de Canarias.

Nos referimos a lugares como las dependencias militares existentes en todo el Archipiélago, las sedes de las delegaciones del Gobierno de España en cada Isla o las del Ministerio de Hacienda y la Seguridad Social y los edificios de Correos y el Banco de España, por citar solo algunos ejemplos.

Insistimos en la idea porque la tensión y la atención al gravísimo problema migratorio que sufre Canarias le ha durado al Gobierno de España el tiempo que tardó en rechazarse la proposición de Ley presentada por PSOE, Sumar y CC en el Congreso de los Diputados. Ni más ni menos.

Bastaría una foto de todas las dependencias estatales en el Archipiélago repletas de menores no acompañados llegados por mar para apreciar, con absoluta, precisión, el desprecio y la insolidaridad con la que el Gobierno de España, las instituciones estatales y los partidos políticos españoles están tratando a Canarias.

¿Cuál es nuestro futuro? ¿Hacia dónde caminamos? España desprotege nuestras costas y se acrecienta la sensación de un desamparo absoluto. No lideramos con convicción, junto a la Unión Europea, un plan de cooperación y desarrollo con los países occidentales de África. Renunciamos a las patrulleras conjuntas que desplegábamos en aguas de Marruecos, Senegal y Mauritania, con la cooperación de las Fuerzas de Seguridad españolas y de los países citados. No implicamos a Europa en el control del tráfico de personas en el Atlántico Medio. Y, además, España tampoco se implica en impulsar con determinación medidas que permitan que todos esos menores reciban un trato humanitario.

La gravedad de la crisis migratoria que sufren las Islas ha empujado al Gobierno de Canarias a colocar el asunto de los menores no acompañados en lo más alto de la agenda. Acertadamente, el presidente Clavijo y su gobierno han escogido el 'modo canario', basado en el diálogo y el raciocinio, para intentar que el Gobierno de España, el Parlamento español y los partidos políticos estatales acaben por entendernos.

Hasta ahora, la respuesta pragmática que se recibe de unos y otros es políticamente correcta, pero carente de compromisos serios y soluciones.

Los canarios, y quienes viven en las Islas haciendo suyas nuestras esperanzas e inquietudes, debemos prepararnos para responder socialmente al desprecio, abandono y desdén con que nos trata la Metrópoli.

La democracia, la descentralización del Estado y el fortalecimiento de nuestro autogobierno ayudaron a que creciera nuestra autoestima y superásemos la percepción del trato colonial que nos daba el Estado español.

Solo cuando los canarios hemos sido decisivos para decidir en España, nos han respetado. La tentación de los gobiernos estatales a tratarnos como una colonia se reproduce cuando se confrontan intereses peninsulares y canarios.

Ocurrió con las prospecciones petrolíferas y está ocurriendo ahora con la atención a los menores no acompañados.

El presidente Pedro Sánchez compareció esta semana para hacer balance de la acción de su gobierno sin que pronunciara una sola palabra acerca del problema migratorio que sufre Canarias. Ni una mención a la solidaridad con nuestras Islas. Ni una palabra sobre la catástrofe humanitaria que se vive en el Atlántico Medio. Sobran comentarios sobre lo que le importamos al Gobierno español.

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