En el país de las maravillas
Frecuencia modulada ·
«La fiesta del no-cumpleaños con que Pedro Sánchez presentó la España de 2050 nos encantó»
Un conejo blanco, la Reina de Corazones, el sombrerero loco, el gato de Cheshire, la falsa tortuga... El más de siglo y medio de vida del cuento 'infantil' de Lewis Carroll demuestra que la imaginación sin freno siempre tiene premio, sobre todo cuando el disparate es capaz de divertirnos sin dar demasiada importancia a la locura. La estructura de la obra más reconocida de la literatura inglesa victoriana está compuesta sobre la base de lo que más les gusta a los niños: caer por toboganes, correr entre risas, esconderse detrás de los arbustos, romper cosas como si no hubiera mañana...Quizás por eso la fiesta del no-cumpleaños con que Pedro Sánchez presentó la España de 2050 nos encantó a todos. ¡Viva la diversión en el país de las maravillas!
En las primeras páginas del libro, un confiado y curioso presidente del Gobierno se transporta a una sociedad donde el paro está en el 7% mientras una sonriente tetera dialoga con la taza que se empeña en recordar tragedias inverosímiles: «¿No estaba el desempleo en España en 2021 en el 17%?», pregunta con ganas de aguar la fiesta. «Un poco más de café, por favor», responde el maestro de ceremonias ante el sesudo informe de 600 páginas elaborado por los 100 expertos que convocó Moncloa.
El segundo capítulo nos traslada a una sociedad donde se trabaja 35 horas, algo tan creíble como que una oruga azul fume en pipa y se dirija a nuestra curiosa Alicia con condescendencia. «¿De verdad quieres que te haga más grande aún joven Sánchez?», pregunta sin creerse del todo la petición que recibió del tecnócrata de cabecera Iván Redondo.
Unas páginas más adelante una liebre de marzo llama a merendar en su jardín con energía totalmente limpia, nuevos impuestos para gravar el transporte contaminante, inversión desmedida en Educación y jóvenes llegando a España a tropel para acabar con el envejecimiento de la población. «¿Es cierto que llevas loco dos meses con esas encuestas que ni Tezanos es capaz de arreglar?», pregunta la Duquesa al astuto presidente cuando el grifo -parte león y parte águila- aparece para trasladar al invitado al juicio final.
De vuelta a casa, Pedro Sánchez se muestra absolutamente satisfecho del resultado de la intrépida aventura en su país de las maravillas. No lo acompañaron los pesos pesados del Ibex, las cabezas visibles de los sindicatos, los dirigentes de los partidos que lo auparon en la investidura pero...«¿cómo voy a ser una falsa Alicia si este es mi sueño?»
