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Oportunismo político

«Todo vale con tal de acaparar protagonismo y ganar –o en muchas ocasiones perder– votos»

Jueves, 1 de enero 1970

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Con la proximidad de las elecciones, crece de forma exponencial un mal que azota nuestras vidas con fiereza llamado oportunismo político. Ocurre cada vez que se desempolvan las urnas y se exterioriza de numerosas formas. Con obras realizadas e inauguradas en tiempo récord, fotos a mansalva de representantes políticos en todos los sitios y a todas las horas, las agendas libres para atender mientras más demandas y ciudadanos, pues mejor y críticas sin tino a todo lo que haga el de enfrente, sea bueno, malo, coherente y hasta sin lógica. Todo vale con tal de acaparar protagonismo y ganar –o en muchas ocasiones perder– votos.

En el plano nacional, el juicio por el Procés sigue su turno en su semana grande, con la declaración de todos los miembros del Gobierno que protagonizaron el 155 y su lucha contra los golpistas. Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro contaron como fueron sus actuaciones en aquellos meses de crispación nacional, testificales que sirvieron a unos para criticar la gestión de los populares y a éstos últimos, para defender que todo se hacía por la defensa de la unidad de España. Está claro que el PP pasa por uno de sus peores momentos y desconozco hasta qué punto, este juicio les viene bien en clave electoral, pero lo que sí ha quedado patente es que ha sido un excelente caldo de cultivo para que los restantes partidos políticos hayan aprovechado para despedazar a los conservadores. ¿Oportunismo o realidad? Vox quiso retratar la supuesta debilidad del Gobierno en su reacción a la intentona golpista e incluso cuestionó a Rajoy por qué no habían decretado el estado de sitio en lugar de poner en marcha el 155. Las defensas de los catalanes, por su parte, acusaron a Rajoy y compañía de «represión injustificada» aludiendo que se negaban a dialogar... Una tesis que no se la creen ni ellos, pero bueno, como decía antes, en política y más en campaña, todo vale.

En clave isleña se dieron dos circunstancias que dinamitaron el panorama preelectoral. Por una parte, la citación para declarar como investigado a Fernando Clavijo por el caso Grúas. Un auténtico vergel para los opositores que han aprovechado esta situación para poner verde al presidente canario usando algo que ya se sabía con anterioridad. Existe la presunción de inocencia, claro está, pero la sensación que transmite este procedimiento es que ninguno –ni Gobierno ni oposición– han jugado limpio. Y ya en lo local, la veterana Nardy Barrios que metió la pata hasta el fondo criticando a Inma Medina por sacar del escenario a Manny Manuel argumentando que con gente de aquí eso no pasa. Ay Nardy, con tu bagaje y que cometas tal torpeza...

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