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Madrid, Madrid, Madrid

DEL DIRECTOR ·

Díaz Ayuso está empezando a convertirse en un problema para Núñez Feijóo

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 8 de noviembre 2022, 23:27

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El chotis con letra de Agustín Lara que incluye en un verso lo que en este artículo aparece en el titular habla de una señora a la que van a hacer «emperatriz de Lavapiés» y le van a alfombrar «con claveles la Gran Vía» para luego bañarla «con vinillo de Jerez». Por si fuera poco, a la doña le espera un «agasajo postinero» en el bar Chicote, donde estará «la crema de la intelectualidad», para finalizar la jornada con «la gracia de un piropo retrechero más castizo que la calle de Alcalá». Esos versos, convertidos en prototipo del Madrid identitario, se los susurran un día sí y otro también a Isabel Díaz Ayuso, convertida en emperatriz no solo de su Madrid, sino con aspiraciones evidentes de serlo de media España. O de toda España. Y, ya puesto, también del antiguo imperio, empezando por las antiguas colonias de ultramar...

Isabel Díaz Ayuso está empezando a convertirse en un problema para Alberto Núñez Feijóo. Era evidente que iba a suceder más pronto que tarde, y eso aflora a medida que se acercan las elecciones de mayo de 2023, en las que Díaz Ayuso quiere arrasar, para gobernar sin ataduras -tampoco es que Vox la ate en corto, más bien al contrario-. Pero, sobre todo, Díaz Ayuso no quiere tener a Génova diciéndole qué debe hacer, con quién pacta y con quién noto, qué impuestos toca y cuáles no... Ella, que es símbolo de libertad, quiere ser libre respecto a su propio partido, y el problema es que el partido no puede prescindir de ella. Ya se vio en la lucha sin cuartel contra Pablo Casado y Teodoro García Egea, que cayeron defenestrados precisamente porque intentaron atar en corto a la presidenta madrileña. Y ahora el líder nacional del PP se enfrenta al mismo problema.

Esta semana Díaz Ayuso ha reclamado la sede de la Agencia Espacial Española. Y lo hace con el discurso que le ha ido muy bien, que se reduce a que Pedro Sánchez es malo; Pedro Sánchez quiere perjudicar a los madrileños; Pedro Sánchez solo busca favorecer a sus socios comunistas e independentistas y, por encima de todo, Madrid es lo mejor y se lo merece todo. A partir de ese argumentario tan sentimental como efectivo, a Díaz Ayuso parece darle la igual la descentralización, que tiene efectos positivos, como también la necesidad de atender a la España vaciada. Es más, le trae sin cuidado lo que piense el PP en el resto de ciudades, provincias e islas que aspiran a esa y otras sedes de nueva creación. Y esto último es la clave: no se trata de robarle nada a Madrid cuando se crea un ente nuevo; lo que se busca es ensanchar España. O sea, hacer España.

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