

Secciones
Servicios
Destacamos
Parece que no hay gobierno —local, insular, regional o nacional— que no quiera dejar su huella con alguna obra emblemática. Proyectos que, más ... que responder a las necesidades ciudadanas, parecen satisfacer los gustos y anhelos de quien gobierna. A veces incluso tenemos la sensación de que «nos faltaba» algo que ni sabíamos que faltaba.
La Metroguagua —que quizás, y con mucha suerte, vean nuestros nietos—, la pseudo «recuperación» del Guiniguada, el tren a Maspalomas o el nuevo estadio en Siete Palmas, este último supuestamente demandado por toda la sociedad grancanaria, son solo ejemplos. Mientras tanto, la falta de aceras en barrios enteros, la escasez de zonas verdes o la limpieza urbana siguen sin recibir ni una atención real, ni una ficticia en forma de maqueta de cara a la galería.
Pero hay más. La playa de Las Canteras, esa «joya de la corona», sigue sin bandera azul. Y no parece que eso le quite el sueño al Consistorio. Peor aún: llevamos siete años con El Confital cerrado al baño por bacterias fecales, un problema de origen «difuso» al que nadie logra poner solución. De hecho, hemos ido antes a buscar el foco en aguas abiertas que a indagar las canalizaciones de Las Coloradas o las del asentamiento militar.
Supongo que por vergüenza, y si no lo aconsejo, en la candidatura a Capital Cultural se obvie que El Confital solo puede mirarse de lejos, y que Las Canteras no cumple con los requisitos de calidad. Y ya de paso, recuérdenle al jurado que hemos pedido quedar exentos de crear refugios climáticos y zonas verdes con árboles que no se caigan por nuestra condición de región ultraperiférica.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.