Llega Lorenzo Bragado y se va Doreste

Cuando se formalice la toma de posesión, tomará el mando de un Tribunal Superior de Justicia de Canarias que durante el mandato de Antonio Doreste ha mejorado su funcionamiento a nivel interno y, sobre todo, de puertas afuera. El esfuerzo para mejorar la divulgación de lo que se hace en los tribunales es de justicia (nunca mejor dicho) reconocerlo. Yes que con Doreste al frente, los jueces han empezado a entender que la comunicación con la sociedad no pasa exclusivamente por la siempre compleja y muchas veces farragosa judicial. El trabajo de un juzgado es mucho más de lo que aparece en una sentencia y gana mucho el mundo jurídico cuando en lugar de miedo a contarlo, lo que hay es una estrategia de puertas y ventanas abiertas. Ojalá tomen nota otras esferas del mundo jurídico, porque ya va siendo hora.

Dicho lo anterior, espero que ahora que se quita el peso de la púrpura propia del cargo, Antonio Doreste, que sigue en el TSJC, recupere tiempo para eso que se le da tan bien:reflexionar y conversar. Porque Doreste es mucho más que esta o aquella sentencia, este o aquel voto particular (polémicos algunos pero que defiende con convicción y con argumentos jurídicos sólidos). Bajo esa apariencia un tanto pétrea, se esconde una persona con los pies en la tierra, preocupado por el progreso de Canarias, con fina ironía y, por cierto, con exquisito gusto para las corbatas a juego con los tirantes. ¡Ah, y un paladar de gourmet para los helados! Seguro que ahora los saboreará aún más. Es lo que pasa cuando se va del cargo con la conciencia del deber cumplido.