Fútbol femenino

Noche del 27 de mayo, también sábado. Prórroga y tanda de lanzamientos de la final de la Copa de la Reina, con triunfo del Atlético de Madrid sobre el Real Madrid. Se dio en abierto por el canal principal de RTVE. Con 843.000 espectadores y 8,8% de audiencia, en minutos felices en Canarias celebrando el ascenso de la UD, quedó la emisión fuera de la decena de programas más vistos en la jornada. Y menos atención tuvo el partido en sus primeros 90 minutos de juego.

Queda patente, en consecuencia, que el fútbol femenino de élite está todavía distante de ser del gusto general. Y pese a ello, me decanto por considerar el vaso medio lleno. Hace una década, un lustro incluso, habría sido impensable que encuentros de máxima entidad fueran ofrecidos en horarios estelares en una televisión de relevancia. Y contar con cientos de miles de espectadores supone que hay aficionados dispuestos a emplear su tiempo en una oferta de ocio televisivo diferente a lo que consideramos habitual. Así las cosas, agradecería que alguna cadena apostara por dar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda durante el verano. España está entre los 32 contendientes y con aspiraciones reales de optar a todo.