Gincana en Moncloa
Frecuencia modulada ·
«Canarias debe seguir esperando. Se han ido justo los ministros que se acordaban de jugar en las islas»
La vida es una gincana de pruebas que debemos superar con mayor o menor destreza. Lo más 'divertido' de esta carrera de obstáculos es que llegamos a la siguiente caseta con una venda en los ojos, sin saber de antemano qué reto espera: transportar un huevo sobre una cuchara en la boca, morder una manzana caramelizada con las manos atadas, competir dando saltos en la carrera de sacos...Como en la política, es obligatorio pasar por cada casilla para intentar ganar el premio de la continuidad. Solo unos pocos elegidos logran cruzar la meta, porque cualquier error se paga caro en el 'reality' de 'prime time' que desde hace tres años produce Pedro Sánchez.
Es cierto que ser alto cargo siempre ha sido una profesión de riesgo. Ni James Bond la aceptaría. Sin embargo, en el caso de los gobiernos presididos por el líder socialista, el valiente tiene que llegar a la carrera de obstáculos sabiendo que cada paso lo emprende a vida o muerte. No por casualidad son ya ¡27! los ministros que han sido eliminados de la gincana desde que Sánchez duerme en Moncloa.
Visto lo visto, la caseta de tiro al blanco parece ser la preferida de un presidente que no duda en quedarse solo con tal de seguir apretando el gatillo. Su escopeta de balines tumbó el sábado pasado de un plumazo al núcleo duro de un equipo que ya duerme el sueño de los justos sin que al amo y señor de la finca le haya temblado el pulso. Premio por acabar con la fiel Carmen Calvo, ticket extra por liquidar al todopoderoso José Luis Ábalos y osito de peluche bajo el brazo para dormir a pierna suelta sin los susurros de Nicolás Redondo al oído.
Tras esta masacre, Pedro Sánchez afronta el resto de las atracciones de la feria con sabia nueva, potros jóvenes que lo darán todo para tirar de la cuerda y ganar el pañuelo divide la pugna con la oposición. Las encuestas vienen avisando desde hace meses de la pérdida de fuelle del Gobierno progresista y el presidente espera girar la tendencia con sabia nueva. La apuesta por ministros sin apenas experiencia de gestión es peligrosa, pero al menos no deja dudas de la voluntad de Sánchez de estirar al máximo la legislatura.
Con este panorama, al público español solo le queda comprar más algodón dulce y, a Canarias seguir esperando a que le toque la Chochona porque, con la última jugada del líder del PSOE, se han ido justo los ministros que se acordaban de brincar para las islas. Difícil será saltar una triste valla con María Jesús Montero, Fernando Grande-Marlaska o Luis Planas.
