Polarizados
Son los partidos teóricamente más polarizados los que peor acaban el año
La Fundación del Español Urgente, que, de la mano de la Real Academia, asesora a los medios de comunicación sobre las novedades en el uso ... del idioma, ha elegido este año la palabra 'polarización' como el vocablo de este 2023 a punto de finalizar. Ya puestos, también puede adelantar que ser la palabra de 2024.
A diferencia de otras ediciones, no se trata de un vocablo nuevo o de una adaptación de otros idiomas que se ha colado en el uso frecuente entre los españoles. 'Polarización' lleva mucho tiempo en el Diccionario de la Real Academia, si bien es cierto que este año 2023 ha sido especialmente polarizado en términos políticos. Y no solo en lo político:se ha polarizado el fútbol entre los que defendían a Rubiales y los que no;se ha polarizado la canción entre defensores y detractores de Quevedo;y se ha polarizado hasta la crónica rosa entre los que estaban con Shakira y los que creían que se excedía en sus ataques a Piqué...
Digo que en 2024 continuará la polarización política porque a unos cuantos partidos no les ha ido mal. Al PP le funcionó muy bien polarizar el debate en las elecciones de mayo, cuando convirtió las autonómicas y locales en una especie de referéndum contra Pedro Sánchez. Y dos meses después de que el mapa regional y local se pintase de azul, al PSOE le vino fantásticamente bien polarizar las elecciones generales anticipadas, convertidas así en una especie de plebiscito en el que el 'no' era votar a PP y Vox y el 'sí' era 'salvar al soldado Sánchez'.
Curiosamente son los partidos teóricamente más polarizados los que peor acaban el año. Vox cosechó severos correctivos en las urnas y Sumar despuntó mucho menos de lo que esperaban sus promotores. De Podemos casi mejor no hablar, porque se está diluyendo como azucarillo en café, con las elecciones europeas de 2024 como -quizás- la última tabla de salvación.
Precisamente el hecho de que en 2024 haya varias citas electorales, hará que la polarización no decaiga. En febrero hay comicios en Galicia y eso hará que la política nacional gire en torno a si el PP revalida mayoría absoluta con el heredero de Feijóo o si la suma de izquierda abre paso a un cambio de ciclo electoral. En el horizonte están las vascas, con una polarización a varias bandas, pues PNV y Bildu pelean por liderar el voto nacionalista, el PSOE puede hacer de árbitro y el PP intentará sacar la cabeza. Con las europeas, el duelo está servido entre los dos grandes partidos de ámbito estatal y en Cataluña, otro duelo entre independentistas.
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