Molinos en el mar
El consenso existente hasta la fecha se debe mantener: es estratégico para Gran Canaria
No queremos energías contaminantes pero no queremos más molinos en tierra. No queremos más chimeneas humeantes pero no deseamos que las placas fotovoltaicas ocupen más ... superficie terrestre. No queremos contribuir a la emergencia climática pero tampoco deseamos que se cree una central hidroeléctrica con bombeo que, de paso, garantice el agua de riego en cumbres y medianías... ¿Cabe mayor contradicción?
Pues sí. Claro que cabe. Un ejemplo: por un lado se cuestiona el crecimiento de Gran Canaria en materia de energías renovables y, en paralelo, en otras islas que podían seguir ese ejemplo se instala un discurso que pasa por eternizar unos riesgos energéticos que no son precisamente menores. Es lo que pasa en Fuerteventura y es lo que sucede ya en Tenerife, donde crecen las voces que no quieren energía eólica marina pero que también la cuestionan en tierra... y todo eso con una capacidad de suministro de energía contaminante por debajo de la demanda, de manera que en cualquier momento se arriesgan a un cero energético en toda regla.
Gran Canaria debe seguir a lo suyo y eso pasa por no perder el tren de la energía eólica marina. La licitación convocada por la Autoridad Portuaria quedó desierta en primer instancia pero ya ayer el presidente de esa entidad, Luis Ibarra, avanzó que buscan la fórmula para seguir adelante con un proyecto que es estratégico. Ojo, que conste que esa condición de estratégico va más allá de las empresas de esa actividad energética, e incluso del propio sector portuario: estamos hablando de una iniciativa clave para la isla, que generará empleo de calidad y que potenciará el crecimiento azul. Por todo ello es estratégico para Gran Canaria en su conjunto y ese tren -o ese barco- no puede pasar de largo: debe parar en la isla y esta se tiene que subir al mismo sin dudarlo.
El consenso existente hasta la fecha se debe mantener, de manera que los vaivenes electorales que puedan ocurrir en mayo no tienen por qué retrasar el proyecto y mucho menos dejarlo aparcado. El trabajo realizado hasta la fecha no se puede tirar por la borda y si no hay acuerdo unánime entre las empresas que aspiraban a licitar, pues habrá que separar el grano de la paja y quedarse con lo primero.
En cuanto a lo de oponerse a todo por sistema, siempre he pensado que hace miles de años también hubo un egipcio que pensó que aquella pirámide inicial rompía la limpieza del horizonte y tenía un impacto visual excesivo... hoy no creo que haya egipcio alguno que cuestione el acierto de sus faraones.
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