Esta misión sí es imposible
Cuanto mayor sea la pantalla, sospecho que mayor será la decepción
Compras la entrada pensando que es lo que necesitas para desconectar, para pasar casi dos horas y media de evasión garantizada, asumiendo que en la ... pantalla te encontrarás con una historia probablemente sin pies ni cabeza, pero concebida para la diversión del respetable... Y sales diciendo que se confirma que un buen tráiler puede ser el mejor de los engaños y que en ocasiones cualquier parecido entre lo que promocionan y lo que realmente hay es pura coincidencia.
Es lo que me pasó como espectador de la última entrega -hasta la fecha y espero que, visto lo visto, no haya más- de 'Misión Imposible', con Tom Cruise a los mandos en labores de interpretación y de producción. Mayor promoción no cabe de una película que se supone que está concebida para revitalizar la vuelta a los cines, buscando un efecto como el de 'Barbie' y 'Oppenheimer', pero ciertamente las diferencias creo que son considerables. Es más, los pases son precedidos de una declaración en pantalla del propio Cruise agradeciendo al espectador que esté en la sala, pues la película se concibió para pantalla grande.
Así las cosas, cuanto mayor sea la pantalla, sospecho que mayor será la decepción. Esta 'Misión imposible' sigue la trama de la anterior entrega, que ya fue una decepción, y la complica tanto que llega un momento en que uno no sabe dónde está y a quién se persigue. La prueba del algodón de ello es que el guionista llega a incluir diálogos entre los agentes tratando de explicarle al espectador de qué va este barullo, pero ni así se aclara el entuerto.
En cuanto al capítulo de evasión, se reduce a ver a Tom Cruise bajo el agua luchando contra consigo mismo y supuestamente las bajas temperaturas de las profundidades del Ártico, así como una escena final entre dos avionetas que acaban que uno eche de menos 'Top Gun' (tanto la primera como la segunda, que es tan o más entretenida que la original).
Como final de ciclo que es, toda la película está trufada de despedidas, miraditas entre los coprotagonistas y un aroma a emociones contenidas que tampoco acaba de ser creíble. Sobre todo porque se extiende tanto en el tiempo que acaba por resultar cansino. Irrita, sobre todo, en una saga que sí supuso encajar ese toque sentimental con la relación de Ethan Hunt con su esposa y la vida en sombras de esa relación.
Dicho todo lo anterior, ojalá sea un éxito en taquilla. El cine en pantalla grande lo necesita.
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