23 millones de factores
Ayuso logró un gran resultado para un PP que partía con 89 escaños pero el domingo ya oyó corear:«¡Ayuso!»
En números redondos, el pasado domingo votaron en España 23 millones de personas. Cada una de su padre y su madre, cada una de su ... localidad, cada una con su paisaje y su paisanaje particular y cada una con sus razones para decidir como lo hicieron. ¿Hay una España? Pues creo más bien que, en términos electorales, hay 23 millones de españoles, más unos cuantos millones que se quedaron en su casa, opción tan respetable como la de acudir al colegio electoral a depositar la papeleta.
De esa diversidad sale un resultado plural. Nos podrá gustar más o menos pero es lo que ha dicho la ciudadanía, que es soberana. De hecho, sale un Congreso de los Diputados menos plural que en la legislatura pasada, así que estarán contentos los devotos del bipartidismo. Pero ahora más que dos partidos que son referencia, tenemos dos bloques, cada uno con un partido como abanderado, y con eso hay que jugar.
Comenzaba refiriéndome a esa diversidad porque creo que una de las lecciones de este resultado es que España es algo más que lo que opinan docena y media de tertulianos matinales y nocturnos que, además, son prácticamente todos madrileños. Como también se ha demostrado que España es algo más que lo que aventuran empresas demoscópicas que tienen también su sede en Madrid. Yese 'madricentrismo' creo que ha llevado a perder algo de perspectiva. Que se lo pregunten, si no, a Alberto Núñez Feijóo, que consiguió un gran resultado para un PP que partía de 89 escaños hace cuatro años y que la noche del domingo ya empezó a escuchar cómo a las puertas mismas de Génova había un grupo de seguidores que coreaba el nombre de Ayuso. Y que se lo pregunten a Feijóo cuando también esa noche se encontró en periódicos digitales que tanto se empeñaron en espolear su victoria titulares que subrayaban que el PP había logrado en Madrid provincia menos votos que Ayuso cuando se presentó a las elecciones autonómicas...
Entre esos millones de españoles que podían votar, también hubo un millón que lo hacía por primera vez. Un público joven que solo ellos saben a ciencia cierta si se quedaron en sus casas o fueron al colegio electoral y, en ese caso, qué opción escogieron. Pero si votaron, esa juventud hace que algunas de las cosas que se dijeron en campaña seguramente apenas las conocieran, sencillamente porque no habían nacido.
Resumiendo: razones para explicar lo ocurrido hay muchas y factores tanto como votantes. De eso va la democracia.
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