Si yo fuera Marlaska...
La reunión debería celebrarse en La Restinga o en Arrecife
Por aquellas cosas de una visión centralista de la realidad, este lunes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acudirá a Gran Canaria para participar ... en un ente de coordinación en materia de inmigración irregular cuya existencia es un acto de fe. Digamos que es como un Guadiana que aparece y desaparece, por más que a media mañana nos van a decir lo contrario.
En la reunión estará presente el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, pero no porque se le ocurriera a Marlaska invitarlo, sino porque al trascender al ámbito nacional las imágenes de la crisis migratoria, la falta de capacidad para una atención digna en El Hierro y las quejas de las autoridades canarias, pues alguien en Interior accedió a esa presencia. O quizás fue una orden de Moncloa o Ferraz, donde están a ver cómo convencen a Coalición Canaria para que, como mínimo, se abstenga en la investidura de Pedro Sánchez y, si fuera posible, que Cristina Valido vote afirmativamente.
Digo lo del centralismo porque quizás Grande-Marlaska debió haber llevado la reunión al muelle de La Restinga, o a las carpas que ha habido que improvisar en Arrecife. El Hierro y Lanzarote están desbordadas en su capacidad de acogida porque quien articuló el plan de respuesta ante un repunte migratorio que se sabía a ciencia cierta que iba a producirse, no tuvo en cuenta que somos un archipiélago y que no vale con asegurar una mínima infraestructura en Gran Canaria, Tenerife y, a lo sumo, en Fuerteventura. Solo el hecho de contar con informes que alertaban de un repunte migratorio desde Senegal debió haber llevado a un 'plan b' en la isla de El Hierro, pues la experiencia enseña que es allí donde recalan muchos de los cayucos (y si se pierden, les queda a sus ocupantes la agonía de una muerte casi segura en la inmensidad del Atlántico).
También debería Marlaska buscar un hueco para hablar con los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que trabajan a destajo ante el repunte migratorio, o que dejan de hacer otras labores para afrontar ese menester. Ellos podrán contarle mejor que nadie que tampoco se previó la respuesta en materia de personal y medios. Y aunque no sea competencia suya, el ministro también podría acercarse a pie de muelle y subir durante media jornada en una lancha de Salvamento, para que luego pueda contarle a los responsables de ese ente en Madrid la realidad del sobreesfuerzo que hacen.
Pero sospecho que no habrá nada de eso. No lo hubo en 2020-2021, y de aquellos lodos, estos polvos.
¿Ya estás registrado/a? Inicia sesión