El 17 de agosto
Lo que se ha generalizado en Europa son las coaliciones
Ese día podremos saber a ciencia cierta si hay algún avance concreto hacia la gobernabilidad de este país. Es la fecha marcada para la constitución ... del Congreso y tocará elegir la composición de la Mesa del Congreso. Con un resultado tan ajustado por bloques, tendrán que ponerse de acuerdo los grandes partidos o cada uno de esos bloques. Si ocurre esto último, será un indicador de que el camino empieza a estar abonado para un acuerdo de investidura. ¿Puede ocurrir lo primero, esto es, un gran pacto entre PP y PSOE sobre la Mesa? Sinceramente, lo dudo, porque en ese caso uno y otro estarían enfadando a quienes se supone que le van a pedir el voto para la designación de Feijóo o de Sánchez.
En Europa ha habido casos de grandes alianzas entre los principales partidos, con Alemania como ejemplo que se cita casi siempre. Pero esos casos no acaban bien para una de las partes, que termina pagándolo en las urnas en la siguiente cita electoral.
En realidad, lo que se ha ido generalizando en Europa es el Gobierno de Coalición, eso que pareció tan raro a los tertulianos madrileños cuando se produjo hace cuatro años. Con lo fácil que era preguntar en Canarias cómo funciona eso de las alianzas en un Consejo de Gobierno, pues el archipiélago puede impartir un máster al respecto, con pactos hacia la derecha, hacia la izquierda, con nacionalistas y partidos de ámbito estatal y también con dos o más integrantes.
Otra cosa son los sistemas presidenciales, como en Francia, donde el electorado designa directamente al inquilino del Elíseo. Pero incluso en esos casos, donde el presidente tiene un poder casi absoluto, ha habido momentos de cohabitación, esto es, de convivencia del presidente con un primer ministro que no es de su partido porque en la asamblea legislativa está controlada por una mayoría diferente a la del jefe del Estado.
Esos mecanismos de equilibrio pueden ralentizar la toma de decisiones pero son garantías democráticas. Como en España también lo es que el panorama mayoritario en el Congreso sea uno y en el Senado pueda ser otro completamente diferente. A fin de cuentas, lo que se demuestra con esa pluralidad es que hay una exigencia ciudadana de equilibrios y, sobre todo, de diálogo.
Esto último es la gran lección de la soberanía popular en este 23-J:frente a una campaña en la que los principales candidatos no querían hablar entre sí y cuando se vieron a cara no se escucharon, el mandato de las urnas es todo lo contrario.
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