Del director

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Claro que tampoco hay que quedarse exclusivamente con la frustración. El listado de películas que hemos visto o podremos ver juntos tantas veces como meses tiene un año es largo y, además, muy variado. Caben la cinefilia al cubo de 'La noche americana' de Truffaut; la distopía romántica del 'Blade Runner' de Ridley Scott; la grandiosidad de Sergio Leone en 'Érase una vez en América'; por supuesto, el mejor Coppola, el de 'Apocalypse Now' y la trilogía 'El Padrino'; Ana Torrent bailando en 'Cría cuervos' bajo la mirada de Carlos Saura; la epopeya del dolor que refleja 'El cazador' de Michael Cimino y también la megalomanía de ese mismo director en aquel colosal fracaso que fue 'La puerta del cielo'; los inicios de José Luis Garci; 'El clan de los sicilianos', de Henri Verneuil; el 'Scorsese' de 'Uno de los nuestros'; o el barroquismo de Bob Fosse en 'Cabaret' y 'All that Jazz'... Pero también me quedan asignaturas pendientes en esto de compartir horas ante una pantalla, como sentarme con él para que descubra 'Fitzcarraldo' y 'Aguirre o la cólera de Dios', de Werner Herzog; la 'Viridiana' de Buñuel; y las versiones de textos de Edgar Allan Poe que dirigió Roger Corman.

Entre película y película, también hemos compartido gustos literarios, de la misma forma que hay otros que no ha habido manera de compaginar. Él no ha terminado de entender lo mío con Stephen King pero sí nos hemos encontrado los dos leyendo obras de Mario Vargas Llosa, Paul Auster, Joseph Conrad, Tom Wolfe y Martin Amis.

Y en la música, le agradezco el esfuerzo que hizo un día para acercarse a mis gustos de antaño, desde el Jean Michel Jarre que nos enseñó lo que se podía hacer con unos sintetizadores, al pop español y británico de los 80 del pasado siglo. Pero en esto también ha habido frustraciones: con Sabina no ha habido manera.

Cine, libros y música los hemos compartido y los hemos discutido, como otras muchas cosas de la vida. Porque 28 años compartidos dan para mucho, incluyendo, cómo no, mis ausencias y sus presencias. Eso también entra en el balance ahora que, como dice la canción, llega (y empieza irse) el 28, / la memoria de un ayer. / Y empecé a recordar / Y paseé por mi mente, y encontré. / Aquel rincón que te dejé. / Donde guardo los momentos que no olvidé.