La esperanza y el huevo
Frecuencia modulada ·
Las cuentas parten de un falso sofrito de 33.000 millones de euros más de recaudaciónLa esperanza es como un huevo: siempre hay que sostenerla para que no se estrelle contra el pesimismo. Ver el vaso medio vacío o medio lleno depende muchas veces de esas muletas psicológicas, de la solidez de los andamios que ayudan a mantener el edificio en pie. Y nada como las grandes cifras para dar oxígeno al sueño compartido de acabar con el virus: 800.000 puestos de trabajo en tres años, 72.000 millones de euros de la UE, un 53% más de gasto en el presupuesto estatal del próximo año...El plan presentado a Europa por Pedro Sánchez suena a gran menú en un momento en que la segunda ola del covid pone solo mendrugos de pan sobre el mantel de la mesa. Los dígitos golosos ayudan a mantener la esperanza sobre la cosecha de 2021, aunque está por ver si dará algo más que llevarse a la boca. Se sabe que el papel lo aguanta todo, pero el estómago suele ser bastante más exigente.
La puesta en escena de Sánchez -enturbiada por el inoportuno enésimo episodio del caso Dina- esconde sin embargo las múltiples incógnitas que persisten sobre lo que realmente llegará al plato de los españoles en los próximos años. De hecho, las cuentas parten de un falso sofrito de 33.000 millones de euros más de recaudación para el próximo año que huele a cuerno quemado cuando: ¿cómo pretende María Jesús Montero sacar más jugo de los impuestos cuando el consumo y las exportaciones están por los suelos? ¿De dónde va a sacar el Gobierno español los ingredientes para mantener el gasto social si la UE no hace más que poner peros a la cesta de la compra?
Esas preguntas fastidiosas enturbian la esperanza pero no desaniman a los cocineros. También en Canarias, alentados por el olor del guiso, el Ejecutivo autónomo da por seguro que el archipiélago recibirá un carro lleno de alimentos de Bruselas valorado en 3.500 millones de euros, maná dichoso con el que se regarán los campos de las islas hasta que el turismo vuelva a encender los fogones. Tan seguros estamos, que ya vamos a empezar a poner en marcha las obras que se financiarán con la tarjeta europea.
Por el momento, mientras sostenemos con malabarismos el huevo hasta que el fuego esté listo, lo único constatable en Canarias y en todo el país es que la pobreza crece a pasos agigantados y las ONG han multiplicado por cuatro el reparto de ayuda a familias necesitadas. En solo seis meses, la sociedad española empieza a ver muchos huecos en la nevera, agujeros que habrá que tapar con cifras comestibles.