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De Zerbi, Almirón y los papeles

José L. Reina

Jueves, 1 de enero 1970

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La gestión deportiva de esta temporada en la Unión Deportiva Las Palmas está siendo de chiste. Tras aquel traumático inicio con el culebrón De Zerbi protagonizando capítulos día tras día, la caída en picado parece no tener fin.

Dicen que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces en la misma piedra, algo que queda demostrado tras el enésimo ridículo de los responsables deportivos del equipo. Resulta que tras el fallido intento de elevar a los altares a un muy verde Manolo Márquez, Toni Cruz y su equipo apostaron por un entrenador que pasará a la historia como uno de los peores que han pasado por el club, Pako Ayestarán «El Breve». Tras el mal sabor de boca dejado por el vasco, el club colocó provisionalmente a Paquito, un hombre de la casa al que le ha tocado el papelón de manejar al equipo con cierta dignidad durante la tercera transición de la temporada.

Desde Argentina, Jorge Almirón anunciaba que había alcanzado un acuerdo con la entidad que preside Miguel Ángel Ramírez, al igual que lo hizo De Zerbi en su momento. Un hombre con un gran cartel en el fútbol sudamericano, donde ha alcanzado importantes logros, era el elegido para tratar de reflotar una nave muy dañada. Todo iba bien, a falta de unos flecos, hasta que se mete por medio la RFEF y empieza a pedir papeles, y a poner trabas a la contratación del argentino. Resulta que en un mundo globalizado y sin fronteras, un profesional extranjero no puede desarrollar su carrera porque «no cumple con los requisitos mínimos exigibles para su capacitación como primer entrenador de un club de categoría nacional en España». Absolutamente ridículo. Tanto o más como la incompetencia de los responsables del club en elegir a un hombre que no se adapta a la normativa.

A todas estas, Paco Jémez, que un principio había decidido tomarse un largo descanso para estar con su familia, entra en escena, y sorprende con unas declaraciones hablando ya como entrenador de la UD, explicando sus planes en caso de que finalmente llegue a la isla.

Conclusión: De Zerbi se quedó con las ganas, a Manolo Márquez le dio miedito, a Ayestarán no le funcionó la pizarra ni en los entrenamientos, Paquito aguanta el tipo como puede, Almirón sigue en el aeropuerto de Buenos Aires por si acaso, y Paco Jémez ya reservó mesa en el Churrasco para la próxima semana. Sigan bailando.

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