Gran Canaria quiere y merece el Mundial 2030

Con la candidatura anfitriona de España, Portugal y Marruecos ya designada, hace unos meses, por la FIFA, ahora se está en la fase en que cada uno de dichos países presentará al organismo que dirige los destinos del fútbol mundial, sus ciudades-sedes en los que tendrán lugar todos los partidos de ese campeonato, en el verano de 2030.

Y en el desarrollo de dicha fase preparatoria de candidaturas de ciudades, Gran Canaria, toda ella en su conjunto a través de la acción institucional que lidera el Cabildo de la isla, presenta al Estadio de Gran Canaria, en la capital de la isla, como el recinto deportivo de máximas prestaciones capaz de albergar partidos de todo un Mundial de fútbol.

Con la repercusión y transcendencia, no sólo futbolística o deportiva, sino también social y económica, que ello supondría para la isla, desde el momento en que Gran Canaria lograra ser designada, el próximo 2024, hasta la celebración misma de dicho campeonato entre los meses de junio y julio de 2030.

Para tratar de situarles respecto a por qué Gran Canaria tiene mayores opciones, matemáticas y de toda índole, de ser designada sede mundial, acontece que el Mundial previo de fútbol que se va a celebrar en 2026 en Canadá-Estados Unidos-México, se constituye en la primera sede tri-nacional en la historia de los Mundiales.

De tal forma que, de igual forma, por vez primera, en lugar de las 32 selecciones nacionales que hasta ahora venían disputándose la Copa del Mundo en su fase final, serán un total de 48 equipos los que disputarán el Mundial 'de Norteamérica' Incrementándose con ello el número de partidos a disputar: hasta 104 partidos. Estados Unidos, como principal país anfitrión del Mundial 2026, contará con 11 sedes, mientras que México aportará 3, y Canadá, 2 ciudades-sede.

Con ese mismo formato mundialista, se disputará, posteriormente el de 2030, con España como principal país anfitrión, con posibilidad de contar con unas 10 sedes, mientras que Portugal y Marruecos acogería la Copa en al menos 3 de sus ciudades, respectivamente. Y con la peculiaridad de que dicho Mundial 2030, coincidente con el centenario de la historia de los Mundiales, se va a inaugurar, no en los países anfitriones, sino en Latinoamérica, esa región de tantos vínculos con Canarias.

Con el partido inaugural a disputarse en Montevideo, Uruguay, como en 1930. Acompañado de dos partidos adicionales, uno en Buenos Aires, Argentina, y el otro en Asunción, Paraguay. Ello debido tanto a la celebración del referido centenario mundialista, como a que Argentina-Uruguay-Paraguay fue la candidatura derrotada frente a la que lideraba nuestro país.

Así pues, en la práctica, podríamos catalogar al Mundial 2030 como el 'Mundial de todos los Mundiales', ya que, de facto, se va a celebrar en tres continentes a la vez, Europa, África y América (del Sur). Todo un hito, logístico y organizacional, en el que, miren ustedes por dónde, Gran Canaria, en representación de todo el archipiélago, viene a materializarse, a través de su fantástica candidatura, en esa 'plataforma tri-continental' de la que siempre hemos hecho gala, en los referidos ámbitos institucionales, sociales y económicos, durante las últimas décadas.

Una candidatura emanada desde el Cabildo grancanario, y un eslogan oficial de la misma que propaga el mensaje de 'Gran Canaria, una isla mundial 2030', fruto de una sólida propuesta, «solvente», en palabras recientes del actual presidente de la gestora que viene dirigiendo la Real Federación Española de Fútbol. Calificativo, el de «solvente», al que yo, sin duda, añado los de «potente, inteligente y sostenible».

«Solvente», porque desde luego que el Cabildo de Gran Canaria no sólo ha tomado, hace ya meses, la iniciativa de presentar nuestra candidatura. Sino que trabaja a destajo, tanto para cumplir todos los requisitos técnicos, deportivos, de infraestructuras complementarias, de conectividad y accesibilidad, medioambientales, alojativas, etc., que exige la FIFA a cualquier sede que anhela ser designada. Requisitos, la mayoría de ellos, ya materializados o adaptados a dichas exigencias.

«Potente, inteligente y sostenible», porque en máximo respeto a las otras 14 ciudades españolas que también han presentado o comunicado su deseo de ser sede final (Vigo, A Coruña, Gijón, San Sebastián, Bilbao, Zaragoza, Valencia, Murcia, Málaga, Sevilla, y Madrid y Barcelona –con dos estadios cada una de ellas-), sin duda la de Gran Canaria, créanme puede estar perfectamente considerada entre las 6 mejores presentadas. Algunas de esas competidoras sin ni siquiera infraestructuras suficientes.

Gran Canaria «potente, inteligente y sostenible», en términos deportivos, pero también sanitarios, de seguridad, medioambientales, de alojamientos y servicios de primer nivel, de conectividad aérea y capacidad aeroportuaria, etc., puestos a disposición de equipos participantes, de aficiones acompañantes, y, no olvidar, para la propia ciudadanía, en el presente, y para las próximas generaciones de grancanarios y grancanarias, en el futuro.

Debiendo tener muy presente, también, la vastísima experiencia acumulada –y valía mostrada al mundo entero- en cuanto a acoger eventos internacionales similares. Como en ocasión del Mundobasket 2014, en el Gran Canaria Arena, con las selecciones de Australia, Eslovenia, Angola, México, Corea del Sur y Lituania, nada más y nada menos, enmarcadas en el Grupo D de aquel Mundial de Baloncesto, en nuestra isla, que tantas alegrías insufló a nuestro ánimo, en el reconocimiento a nuestras capacidades. Un Gran Canaria Arena del cual no dude nadie respecto a que representa de las mejores inversiones públicas en infraestructuras, financieramente sostenibles, desarrolladas en nuestra isla en los últimos tiempos.

Aprovechando para recordarles, de igual forma y para tener muy presentes hasta dónde somos capaces de llegar en materia de eventos deportivos, que hasta la Selección USA de basket, la de 'la NBA', jugó aquí partidos preparatorios de dicho Mundial, entrenó en el Tablero de Maspalomas, se fotografió en las Dunas de Maspalomas –imagen que recorrió todo el planeta-, hizo uso y disfrutó de nuestra planta alojativa turística, en la zona del Salobre.

Con la gran ventaja para la isla, respecto a los requisitos de la organización, de que muchas de sus infraestructuras e instalaciones ya están creadas, a falta sólo de pequeñas mejoras o de ampliación, como en el caso del fantástico Estadio de Gran Canaria que nos va a quedar, en poco más de dos años, en el decidido objetivo cabildicio de concluir, sí o sí, el cierre total del recinto grancanario.

Y no sólo para el desarrollo de partidos de fútbol –ojalá que, ya para siempre, en Primera, y por qué no, 'metiendo la patita' en Europa, de vez en cuando-. Sino para incrementar aún más las potencialidades de la isla en cuanto a la acogida de eventos de toda índole. E, incluso, con mayor capacidad de adaptación e integración respecto a los aspectos a considerar en materia de convivencia ciudadana, e integración de todo tipo de actividades y eventos en la cotidianeidad de nuestro día a día como habitantes de esta isla de nombre Gran Canaria.

Una isla de cuento, según uno de los mejores 'spots' promocionales realizados de y por la isla, que, metafóricamente, quiere introducir o generar ahora un gran capítulo final en aquel libro de 1995, de título 'Cuentos de fútbol', con prólogo de Jorge Valdano y participación, entre otros, de Mario Benedetti, Javier Marías o Miguel Delibes. Una isla, Gran Canaria, que quiere acabar dicho 'Cuentos de fútbol' con el grandioso capítulo de 'Gran Canaria, una isla mundial 2030'.