Ciencia e instituciones
Del director ·
Pero hay más: se ha contado ya con un catálogo de puntos de riesgoHace una semana, coincidiendo con el primer aniversario de la erupción del volcán en La Palma, el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, destacaba entre lo positivo la comunión entre la ciencia y las administraciones, una cuestión que fue clave para que la gestión de la emergencia tuviese resultados casi modélicos. Y exportables a otros territorios. Tres cuartos de lo mismo cabe decir de la gestión ante el ciclón reconvertido después en tormenta y ahora ya en fenómeno postropical. La ciencia en esta ocasión la han puesto los técnicos en meteorología de la Aemet, trabajando codo con codo con el equipo de Seguridad y Emergencias del Gobierno canario.
Pero hay más: se ha contado ya con un catálogo de puntos de riesgo, combinando ciencia de nuevo con trabajo institucional de la mano de Gobierno, cabildos y ayuntamientos. La aplicación de la realidad virtual a los planos ya permite evaluar qué puede pasar con antelación si llegan lluvias intensas, como finalmente sucedió.
El viernes, cuando se produjo la primera convocatoria de rueda de prensa con Ángel Víctor Torres al frente, aquello pudo parecer precipitado. El sábado, por la mañana, cuando las lluvias eran intensas pero suaves, seguía pareciendo una exageración tanta alerta máxima. Pero ayer ya la reflexión era obligada: imaginemos cuál habría sido la situación si no se hubiese apostado por esa prudencia, esa información previa y esa comunión entre ciencia y respuesta institucional coordinada.
En cuanto a la información, también es clave. Lo dijo el propio presidente en aquella primera rueda de prensa: no es momento para dejarse llevar por los bulos. En realidad no lo es nunca, pero menos aún cuando riesgos evidentes sobre la mesa, de manera que el cóctel entre desinformación y miedo incrementa exponencialmente los peligros.
Ahora, cuando se sequen las calles y se retire el barro, y la ciencia y la política tienen que seguir aliadas para analizar por qué hay problemas que se repiten siempre. Incluso cuando las lluvias son menos graves. En el caso de la capital grancanaria y del sureste de la isla, hay puntos concretos en sus infraestructuras que se colapsan sencillamente porque algo se hizo mal en su día y no se resuelve. Y lluvias como estas o de menor intensidad se repetirán más pronto que tarde. Es la única certeza que nos deja la evidencia de que el clima ha cambiado y no para más tranquilidad.