Candidata Darias
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Lo que se pretende es que los ministros convertidos en candidatos arañen votos
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DEL DIRECTOR ·
Lo que se pretende es que los ministros convertidos en candidatos arañen votosComo si fuera el Santo Advenimiento, los socialistas grancanarios llevaban semanas esperando la confirmación de lo que era un secreto a voces: Carolina Darias regresa a la política local como candidata al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en las elecciones de mayo de 2023. Hoy lo hará oficial en un mitin en el que se ha decidido que la acompañe María Jesús Montero, ministra de Hacienda. Sobre esto, solo un apunte: espero que aproveche el momento de subir a la tribuna para explicar por qué ahora el Gobierno central sí tiene dinero para bonificar el 100% del transporte en guaguas y el tranvía tinerfeño, cuando hace tres meses era imposible, y cómo se explica que nadie del Consejo de Ministros se sentase con el también socialista Sebastián Franquis para ver los efectos colaterales de esa medida (o, ya puestos, que Franquis lo explique en la parte que le toca).
Darias no es la única que dejará el Consejo de Ministros para embarcarse en la campaña de 2023. También lo hará Reyes Maroto, designada candidata a competir con Martínez Almeida por una plaza de tanto valor simbólico como el Ayuntamiento de Madrid. Detrás de esa decisión se esconde esa teoría muy madrileña de que nada como un ministro para tirar del voto. Lo cierto es que sobran los experimentos que demuestran lo contrario, en especial cuando el partido nada contra la corriente de las encuestas.
Y ese es el caso que nos ocupa. Porque lo que se pretende es que los ministros convertidos en candidatos arañen votos con el teórico lustre de la gestión del Ejecutivo. Claro que, viendo cómo está el Gobierno y la convivencia entre los dos partidos que lo integran (o los tres, pues Yolanda Díaz es claramente un partido en sí misma), no cabe otra que poner en cuarentena eso de que un ministro sí es un valor añadido para una candidatura.
En cuanto a Darias, hay algo que la diferencia de Reyes Maroto: la primera sí es conocida en esta plaza. Ya estuvo en el Ayuntamiento, como también en el Cabildo, en el Parlamento canario y hasta en el Ejecutivo regional. Por resumirlo: si Darias sale a pasear por Triana, habrá quien se le acerque a felicitarla por la gestión de Sánchez o a criticarla por eso mismo, mientras que Maroto puede transitar tranquilamente por la Gran Vía madrileña y solo la detendrá algún despistado a preguntarle donde está el teatro en el que representan 'El rey león'.
De manera la incógnita de Darias ya está despejada. Ahora nace otra: ¿será la gestión del Gobierno central una losa?
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